POSADAS. Hace casi un año, a la pequeña Brenda López (7) le detectaban un tumor cerebral. Empezaba el año más difícil para ella y toda su familia: tuvieron que internarla de urgencia en el Hospital Gutiérrez de Capital Federal, operarla dos veces para extraerle el tumor que tenía el tamaño de una naranja. Su papá Roberto López (35) tuvo que dejar su trabajo y su madre Yanina Sosa (25) se quedó con ellos hasta el nacimiento de Zaira Micaela a quien debió dejar a sus cortos 20 días de vida al cuidado de su cuñada para volver a estar con Brenda. En noviembre pasado terminó toda la odisea y pudieron volver a Puerto Rico, la ciudad donde nació y donde hoy disfruta junto a su familia, sus amiguitas y vecinas.PRIMERA EDICIÓN la entrevistó junto a su mamá en una de las visitas que realizaron al Hospital Pediátrico de Posadas el miércoles pasado. Allí sigue con tratamiento cada 21 días bajo el seguimiento de la doctora Sandra Borchichi. La escuela en el hospitalEn su estadía en Buenos Aires, Brenda pudo seguir estudiando con las maestras de la escuela hospitalaria. Fue así que hoy ya está lista para iniciar 3º grado en su querida escuela, la 726, donde tiene una gran cantidad de amiguitos que no ve hace bastante. “Me gusta la escuela, ya tengo ganas de volver”, dijo sonriendo.Ahora queda resolver si la niña necesitará una maestra integradora o algún tipo de clases de apoyo para que pueda afianzarse y avanzar al ritmo de sus compañeros. La cirugía dejó algunas secuelas, como una leve dificultad para caminar, pero eso no es motivo para que Brenda no pueda disfrutar su infancia. Durante los meses en el hospital, había tenido clases y algunas actividades para practicar lectura, escribir, hacer algunos ejercicios de matemática, y mucho de arte como música y plástica. También pudo hacerlo con la netbook de Conectar Igualdad que por intermedio de Periodistas Solidarios Misiones lograron gestionar para que ella pudiera entretenerse, leer y mirar algunos de sus personajes favoritos.Jugar y jugarBrenda usa un gorrito blanco que está siempre impecable y también su carterita de Violetta, a quien adora y comparte el gusto por la gama de colores lilas y fucsia como la de la blusa que llevaba puesta.“Las uñas me pintó Pocho, mi prima. Me pintó en las manos y también las uñas de los pies”, dijo Brenda con picardía mostrando el diseño original creado con el esmalte de uñas. Ahora que pasaron ya casi tres meses de su regreso a Puerto Rico, la niña que el 18 de junio cumplirá ocho años disfruta cada tarde en su casa junto a sus vecinas y amiguitas. “Se bañan en la pileta (pelopincho), toman tereré, juegan juntas, se divierten”, contó su mamá. “Fueron días muy difíciles, además porque nunca habíamos tenido un problema de salud en la familia y porque nunca nos habíamos separado por tanto tiempo. Fue muy complicado”, dijo Yanina. Hoy todo es diferente y poco a poco se fueron acomodando.El comienzo de la tormentaSegún sus padres Brenda siempre fue muy sana, nunca se quejaba de nada. En diciembre de 2013 se cayó en su casa y se golpeó la cabeza. A las dos semanas no podía estar del dolor de cabeza. Según los médicos, el tumor ya estaba, lo que hizo el golpe fue como dar un aviso. “Lo positivo es que con eso, pudimos agarrarlo a tiempo”, señaló la madre. Desde que tuvieron que ir a Buenos Aires contaron con el acompañamiento de amigos, vecinos, artistas y periodistas que colaboraron con dinero, ropa para Brenda y luego para su hermanita, juguetes y libros.Cabe destacar a su padrino, Lázaro Ojeda había colocado urnas en comercios de Puerto Rico y también organizó una venta de pollos para reunir dinero para mandar a la familia. En Posadas el grupo Periodistas Solidarios Misiones también colaboró en el pedido de ayuda e instaló urnas en comercios del centro de la ciudad donde los ciudadanos colaboraron. El dinero fue transferido a la familia para utilizarlo en los gastos cotidianos.
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