POSADAS. Padre e hijo finalmente compartieron la culpa. Ramón (49) y Aníbal Villalba (22) fueron condenados a diez y ocho años de prisión al ser encontrados coautores del crimen de Gerardo Vergara (23), el joven al que mataron de quince puñaladas como corolario de una discusión de varios meses en Concepción de la Sierra.La sentencia se conoció ayer minutos después del mediodía en el Tribunal Penal 2 de Posadas y dejó relativamente conforme a los acusados, que terminaron condenados por “homicidio simple” cuando habían llegado al banquillo por “homicidio calificado por el ensañamiento”, que prevé perpetua.“Se desvirtuó el agravante, porque los elementos presentes en la causa no daban para hablar de ensañamiento. Tanto el tribunal como la fiscalía compartieron los puntos de vista de esta defensa”, le dijo a PRIMERA EDICIÓN, apenas conocido el fallo, Leonardo Balanda Gómez, defensor de los Villalba.La última jornada del debate oral y público comenzó a las 9.30 en la sala de calle San Martín al 1.400, con la presencia de los magistrados Roque González, Marcelo Cardozo y Marcela Leiva como integrantes del alto órgano judicial.Tras la incorporación por lectura del testimonio de los cuatro testigos que no fueron habidos por las autoridades, cerca de las 9.50 se iniciaron los alegatos.Primero fue el turno del fiscal Alberto Oliva, quien si bien aseguró que para él los imputados no mostraron remordimiento, compartió con la defensa el hecho de que los elementos habidos en el expediente no son suficientes para calificar el hecho por ensañamiento.Así las cosas, el representante del Ministerio Público pidió que los Villalba sean condenados como coautores de “homicidio simple” a la pena de diez años de prisión.Cerca de las 11.20 el abogado Balanda Gómez expuso sus argumentos. “No está dado el ensañamiento”, ratificó el letrado, tras lo cual pidió la pena mínima -es decir, ocho años- para Ramón Villalba y la absolución de Aníbal, su hijo, “en virtud de que lo asiste el beneficio de la duda razonable”. A las 11.38 el juez González, presidente del tribunal, decretó cerrado el debate y pasó a deliberar junto a Cardozo y Leiva.Los jueces volvieron a ocupar sus lugares en el recinto alrededor de las 12.10. Entonces, la secretaria Fabiana Rossi procedió a dar lectura a la sentencia.Para el tribunal, no quedaron dudas de que ambos cometieron el hecho. No obstante, los jueces coincidieron en que tampoco hubo ensañamiento. Por eso, resolvieron condenar a diez años de prisión a Ramón Villalba, y a ocho años a su hijo, como “coautores del delito de homicidio simple”. Padre e hijo abandonaron minutos después el salón custodiados por efectivos del Servicio Penitenciario Provincial. Fueron trasladados a la Unidad Penal VI de Miguel Lanús, el Instituto de Encausados y Procesados, donde ya llevan cumplidos más de dos años de condena y permanecerán, al menos, hasta que finalicen los trámites correspondientes. “Pido perdón a su familia, busqué la manera pacífica de evitar esto”Antes de que se conozca la sentencia, Ramón Villalba pidió la palabra. Visiblemente conmocionado, lanzó: “Yo me arrepiento de todo esto, pido perdón a la familia de ese chico. Lo que pasó, ya pasó. Asumo esa responsabilidad. Quiero que me comprendan, busqué la manera pacífica de evitar esto. Confío en la Justicia”.Tanto él como su hijo fueron condenados por el crimen de Vergara, asesinado de quince puñaladas alrededor de las 22.50 del viernes 23 de noviembre de 2012 en el barrio Pozo Público de Concepción de la Sierra.La víctima, que tenía un hijo con una de las hijas de Villalba, mantenía una discusión de vieja data con el hombre, justamente por esa cuestión.Al parecer, ambos se cruzaron en un kiosco de la zona y los ánimos se caldearon. Después, todo acabó en el hecho que conmocionó al pueblo.
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