ADÉN, Yemen (AFP-NA). Los rebeldes chiítas hutíes, apoyados por Irán, ganaron ayer terreno en la ciudad yemení de Adén, un día después de que Rusia pidiera ante Naciones Unidas una pausa en los bombardeos de la coalición árabe por razones humanitarias.Teherán, por su parte, pidió ayuda a Omán para detener “inmediatamente” estos ataques aéreos, según los medios de comunicación iraníes. Esta sultanía, que mantiene buenas relaciones con Irán, es la única monarquía del Golfo que no participa en la coalición.A pesar de los bombardeos iniciados el 26 de marzo, los rebeldes chiítas, que controlan la capital Saná y las regiones del norte y este del país, consiguieron progresar en Adén, donde tomaron el domingo el control de la administración provincial, al tiempo que se aproximaron del puerto, según un responsable local.Los hutíes y sus aliados, militares fieles al expresidente Alí Abdalá Saleh, atacaron zonas residenciales, incendiando viviendas y dañando otras, según testigos, que dieron cuenta de muertos y heridos, así como de la huida de decenas de familias.Los chiítas habrían tomado el jueves el palacio presidencial de la ciudad antes de retirarse el viernes de madrugada a causa de los bombardeos aéreos.
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