SAN JAVIER (Enviado especial, Ricardo Falcón). Se estima que hay más de 400 productores de caña de azúcar en toda la cuenca y tanto desde la administración del Ingenio Azucarero ubicado en esta ciudad, como desde la dirección del Instituto de Fomento Agropecuario e Industrial (Ifai) esperan superar ampliamente la molienda del año pasado. Este año, las autoridades del Ifai decidieron invertir en reacondicionar el Ingenio “por prioridades”, aseguró a PRIMERA EDICIÓN, el presidente del organismo, Ricardo Maciel, quien hace poco colocó como nuevo administrador a Juan Pereira.“Cada tanto recorremos el Ingenio para ver en qué condiciones está, porque hace dos años empezamos con un proceso de remodelación y que ahora estamos en proceso de armado. Todo el desarme, arreglos en general están culminando para tener, a fines de mayo, todo el Ingenio en condiciones para trabajarlo”, opinó Maciel sobre la cómo está funcionando una fábrica que tuvo muchísimos problemas a lo largo de su existencia. No sólo en su funcionamiento y desarrollo, sino también en una lucha política interna, pues cada funcionario de fuste quiso o quiere colocar a un hombre de su confianza. La salida de Benjamín Larrosa y la llegada de Pereira como administrador modificó, otra vez, el día a día de la fábrica. “Había muchísimas cosas por mejorar, el estado del Ingenio era deplorable y hablando con el presidente les comenté qué cosas se debían cambiar para mejorar la producción”, comentó el nuevo administrador.Hace varios años que el Ingenio no gana dinero, pero “ahora por lo menos no perdemos, empatamos, estamos ahí”, se escuchó de boca de uno de los funcionarios en plena recorrida por el lugar. Hace unos años, en el seno del Gobierno provincial se estudió la posibilidad de construir un nuevo Ingenio, sin embargo, por ahora esa idea fue desestimada.El edificio tiene más de 75 años y en algunos de los lugares “jamás se hicieron arreglos o se reacondicionar las máquinas. Caso decantador, calderas y empaquetamiento”, aseguraron los funcionarios. “Teníamos prioridades en el Ingenio, porque sí o sí teníamos que hacer un trabajo en etapas, por los tiempos. Todo los arreglos, reparaciones y reacondicionamiento hay que hacerlo desde enero hasta abril o quizás mayo, pero los dos primeros meses del año son complicados para poder tener recursos económicos, mover expedientes, encontrar los talleres trabajando, porque la mayoría están de vacaciones. Y en función a esto, hace tres años que debimos empezar por las prioridades que eran las mesas de alimentación, la picadora y el trapiche, además del todo el reacondicionamiento del edificio”, aseguró el principal funcionario del Instituto de fomentos.Maciel también reconoció que “el año pasado fue muy complicado, tuvimos enero y febrero con una situación de incertidumbre en la economía nacional, no había presupuestos porque nadie nos daba y nos demoramos mucho en el inicio y trabajamos en esas malas condiciones. Pero este año, sí empezamos con más tiempo para avanzar en dos cuestiones que consideramos muy importantes como ser: el decantador, que estaba muy deteriorado y que es el corazón de la fábrica, que lo estamos haciendo a nuevo. Y lo mismo que las calderas, más que nada por una cuestión de seguridad y buscando un mejor rendimiento en generación de vapor en las dos calderas”. MoliendaEl mes pasado, un grupo de productores cañeros pidieron a la Provincia que les financie el inicio de la cosecha, previste para los próximas (aún no hay fecha del comienzo). En ese momento, Maciel reconoció a los medios que el primer mes de cosecha el productor debe afrontar los gastos de mano de obra y el transporte, y que estaría analizando una solución. Aunque este pedido no llegaría a “buen puerto” para los productores. En tanto, sobre la zafra, el presidente del Ifai dijo: “creemos que este año será muy bueno, porque ya se están viendo los resultados de dos o tres años trabajo en recuperación de una cuenca que estuvo a punto de desaparecer. En la actualidad vemos buenos cañaverales, pero sobre toda las cosas vemos a productores que incorporaron variedades que mejor rinde y obtener mejores beneficios, además de mejorar el cuidado cultural que tiene la caña. El productor entendió que la ganancia no está solamente en un buen precio, que debemos pelearlo y buscarlo, sino que también se logra ganar más logrando obtener un mejor rendimiento por hectárea”. “Considerando que el año pasado fue uno bastante particular por el tema de las inclemencias del tiempo, con inundaciones bastantes seguidas en la zona, el Ingenio también tuvo muchas paradas, pero a pesar de esto el año pasado hemos molidos casi 50 mil toneladas, en el 2.013 de 55 mil. Para este año, si todo sale como estamos esperando, con un buen trabajo en fábrica, creemos que vamos a llegar a fin de zafra con una molienda de 70 – 75 mil toneladas y pienso que podría ser un poco más”, aseguró. Maciel también comparó la actividad de los productores y señaló que en muchos lotes se vislumbra una similitud entre los productores, en principio del rubro tabacaleros, pero que deciden ampliar su producción con caña de azúcar. “Hay un caso de un productor de raza tabacalera, que decidió empezar a plantar caña, y con su propio esfuerzo porque nosotros sólo le dimos una pequeña ayuda, su idea es aprovechar sus tierras con otra producción para tener distintos ingresos en diferentes momentos del año. Entonces, si algún cultivo entra en inconveniencia, el productor tiene otro ingreso para salvar su economía”. “Es una situación que se repite en los distintos lotes, porque ya estamos a un mes y unos días para el inicio de la zafra. Paralelo a esto y en la misma importancia de los cañaverales, está la industria, porque todo tiene un final feliz para la cadena sí se traduce en la entrega en el Ingenio y dinero en el bolsillo del productor”, aseguró.A pesar de las mejores expectativas, Maciel no quiso brindar detalles del precio para la cosecha de este año, aunque se estima que tendrá un incremento del 20% aproximadamente. En la zafra anterior, los precios quedaron establecidos en 418,78 y 472,02 pesos por tonelada, para la caña convencional y la orgánica respectivamente, más un plus por dulzura de alrededor del 14 por ciento.“Todas estas cuestiones, de los aprestamientos y el trabajo de campo, nos
genera expectativas para la zafra de este año. Y en lo personal estoy con la satisfacción de ver hoy, tanto en campo como en fábrica estos cambios, trae mucha confianza en tener una excelente molienda”, cerró Maciel.
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