POSADAS. No conocen fronteras ni límites, porque las ruedas pueden llevarlos a pueblos o ciudades que tal vez no esperaban conocer. Tienen códigos, valores y costumbres propias, las mismas que día a día seducen a miles de apasionados que deciden recorrer, en dos ruedas, el mundo. Ellos tienen una apariencia y un estilo de vida que los hace destacar. Llevan guantes de cuero, chalecos, muñequeras y zahones. Algunos con melenas y barbas largas, usan pañuelos oscuros en la cabeza y gafas de sol. Sin dudas tienen sello propio y por eso nadie los confunde sobre el asfalto. ¿Pero qué ocurre cuando la pasión por las motos tiene otros componentes? Al principio, opuesto al pensamiento colectivo de lo que debería ser un “motoquero”. Es decir, lo religioso. En el 2010 un grupo de más de 20 motoqueros cristianos dio nacimiento en Posadas a la Asociación Cristiana de Motociclistas (CMA, por sus siglas en inglés), una comunidad evangélica que se extiende no sólo en toda la Argentina, sino que la integran más de 27 países con un mismo objetivo: difundir la palabra de Dios.“La moto nos permitió llegar a un mundo cerrado, con valores propios para predicar el evangelio. Ganar el mundo y un corazón a la vez. Si tenemos que andar muchos kilómetros para ganar un corazón, lo haremos” afirmó el presidente de la CMA, Néstor González.Elegir la ruta de vidaMucha gente no sabe que existe un grupo de motociclistas cristianos “incluso cuando vamos a los encuentros de motoqueros sorprende y mucho. La primera impresión es de sorpresa, y nos preguntan ‘¿son motociclistas cristianos?¿Qué hacen acá?’”, contó González.Cada año los CMA participan en los encuentros motoqueros para compartir con sus pares. Y en los cinco años que llevan como asociación, ya han recorrido toda la provincia incluso el país y parte de Brasil, Paraguay y Chile. En diciembre de 2013, cumplieron un sueño al viajar a Buenos Aires al primer Rally Argentino de CMA. “Estuvimos en Buenos Aires pero también en Salta, Santa Fe. Atravesamos la frontera y asistimos a los encuentros en Paraguay y Brasil adonde llegan miles de personas”. A comienzos de mayo participaron en uno de los eventos más grandes a nivel internacional Puerto Iguazú y adelantaron que para este viernes 5 asistirán al motoencuentro internacional en Apóstoles.Una hermandadLos motoqueros se mantienen al tanto de los accidentes sufridos por motociclistas. Tal es el caso que muchas veces acuden al Hospital y se comunican con los familiares del herido. “Vamos a ver al hermano motociclista. Lo ayudamos en todo lo que nos es posible”, contó González. Además, es parte del código rutero brindar asistencia a un motoquero “porque no nos perdonaríamos ver a un motociclista varado en la ruta y pasar sin ayudar, porque el objetivo de los CMA es servir, ayudar”, finalizó González. Ruta 40, el sueño por cumplirEugenio Rojas tiene 60 años y su hija, Luisa de 32 es su fan número uno. Ambos comparten la misma pasión: los viajes en moto y la palabra de Dios. La chaqueta de Eugenio lleva “el parche de Ruta 40” y asegura con orgullo “es nuestra y la quiero recorrer”. Se trata de la carretera argentina cuyo recorrido se extiende desde Cabo Vírgenes, Santa Cruz, hasta el límite con Bolivia en la ciudad de La Quiaca, en Jujuy. Es una arteria turística que corre paralela a la Cordillera de los Andes. “Y lo mejor, es la más larga del país” detalló Eugenio.Fascinado por nuestro suelo argentino y sus recursos naturales, Eugenio contó que en la moto y por la ruta 40 se recorren varias de las regiones turísticas y los atractivos más importantes de nuestra Argentina. La arteria recorre 5.301 kilómetros y atraviesa 21 parques nacionales, 18 ríos, conecta 27 pasos cordilleranos y trepa en el Abra del Acay en Salta, convirtiéndola en la ruta más alta de América y la más alta del mundo, fuera de los Himalayas. “Allí iremos si Dios lo permite” finalizó el motoquero.
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