POSADAS. Exactamente a las 11.55 de ayer, una fuerte explosión seguida de una lluvia de piedras de importante tamaño rompió la monotonía de la tranquila cuadra de la calle Mariano Moreno, entre Perito Moreno y Francisco de Haro. En el marco de las obras para canalizar el arroyo Vicario, un aparente exceso en la cantidad de dinamita usada para la voladura de rocas en el cauce, ocasionó miedo y bronca entre los vecinos afectados, que tras el estruendo y pasada la sorpresa pudieron dimensionar el peligro real al que estuvieron sometidos y el “milagro” de que nadie resultara herido. La onda expansiva de la explosión llegó a cien metros a la redonda y provocó daños diversos, especialmente en las casas aledañas al arroyo. Las piedras mora de hasta veinte kilos destrozaron al menos dos portones de garages, hundieron techos y doblaron los hierros de unas rejas, mientras que algunos proyectiles de igual tamaño aparecieron en los patios y hasta dentro de una piscina. La obra de canalización en este tramo está a cargo de la empresa Hormicom. La detonación con dinamita que provocó el caos no habría estado notificada a los inspectores de la Municipalidad ni al Departamento de Bomberos de la Policía, por lo que se analizaban fuertes sanciones para la firma y se anunciaron medidas para evitar nuevas detonaciones. (ver recuadro).Apenas enterados de la descontrolada voladura, policías de la seccional Tercera cercaron la cuadra y los técnicos en explosivos del Departamento de Bomberos iniciaron el peritaje con dos objetivos: descartar que hubieran más mechas de dinamita sin explotar y determinar cuál fue el error. “Te dije que era mucho”Una de las casas más dañadas fue la de la familia Palombo. El portón de gruesas chapas totalmente doblado fue la prueba más contundente de la fuerza de la explosión. “La chica que trabaja con nosotros salía justo en ese momento y una piedra enorme le cayó al lado. Escuchó los gritos de los obreros, en especial uno que le recriminaba a otro “boludo, te dije que era mucho”, contó Miriam, la dueña de casa, mientras intentaba reponerse del impacto al ver los destrozos en su patio exactamente donde su nieto, de tres años, estuvo jugando minutos antes. Después del susto y todavía conmocionados, los vecinos comenzaron a salir a las veredas para observar la que se asemejaba a una zona de guerra. La primera reacción de todos fue pedir explicaciones a los obreros, pero quienes estuvieron manipulando las dinamitas “desaparecieron de inmediato”.“No tuvimos ni tiempo de salir del impacto y aparecieron otros obreros con intenciones de sacar las piedras de las casas. Recién ahí reaccionamos, nos atrincheramos, los frenamos para que no toquen nada y llamamos a la Policía”, relató Vilma Rojas Schindler, también frentista de la Mariano Moreno. María Abdala, la octogenaria dueña del almacén de la cuadra, contó que les advirtió a los trabajadores que no usaran la dinamita. “Me vinieron a pedir que me meta adentro porque iban a hacer voladura de la piedra y les dije que no, que pararan porque estamos sobre bañado, tierras demasiado blandas. Les dije que las casas se iban a venir abajo y se rieron”, relató, indignada. Sin protocoloFuentes de la División Bomberos de la Policía que llegaron para las pericias confiaron que la empresa no habría cumplido con el riguroso protocolo que rige para estos casos, tanto ante esta dependencia como ante la Municipalidad. “Antes de cada detonación con dinamita nos tienen que avisar, tenemos que verificar que los explosivos estén en condiciones y que hayan sido aprobados por el Registro Nacional de Armas. También está a nuestro cargo verificar si están correctamente almacenados en los polvorines de cada obrador. Siempre tiene que estar un técnico de Bomberos experto en explosivos en el lugar de la voladura, pero en este caso nosotros no tuvimos ningún aviso”, confió una fuente de la dependencia. Los ingenieros de la firma, por su parte, prefirieron evitar el contacto con los medios hasta que tuvieran más en claro el cuadro de situación. Municipio intimó a la empresaApenas conocido el hecho, la Municipalidad de Posadas envió a varios de sus funcionarios al lugar para comenzar a asistir a las familias afectadas por la onda expansiva de la explosión. “El inspector de la Municipalidad no fue notificado de la maniobra que se iba a realizar”, admitió uno de los presentes tras adelantar que “de ahora en más la obra deberá continuar sin apelar a nuevas voladuras”.Desde la Comuna capitalina, advirtieron que la orden emitida a los funcionarios fue “intimar de inmediato a la empresa para que se haga responsable de los daños producidos a fin de solucionar los problemas generados a los vecinos. Para ello, debe tener el seguro obligatorio que se exige a tal fin”; además de la falta de notificación formal a diversos sectores -entre ellos los vecinos- en la que habría incurrido la constructora a cargo del tramo de canalización del arroyo Vicario.
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