POSADAS. Al candirú de Brasil (Vandellia cirrhosa), conocido como “pez vampiro”, la comunidad científica argentina lo llama jocosamente “el pez de Taringa”, en alusión a la página de Internet que suele difundir información alarmista -más de una vez, sin chequear la fuente- y que más tarde otros medios de comunicación viralizan en la red “irresponsablemente”, señaló Felipe Alonso, de la división Ictiología, dependiente del Museo Argentino de Ciencias Naturales (dependiente del Conicet), consultado sobre el supuesto hallazgo de la mencionada especie brasileña en la cuenca del Río de la Plata. Alonso cuestionó en ese sentido la información que se difundió al respecto. De hecho el biólogo también negó que colegas suyos estén realizando investigaciones sobre la hipótesis del “descubrimiento” de esta especie frente a las costas de la ciudad entrerriana de Colón.“En la Argentina hay cuatro especies de peces parásitos, pero son parásitos de otros peces, no de humanos. No existe ningún registro de que algunas de esas especies existentes aquí hayan atacado a humanos y se les hayan metido en la uretra, la vagina o el ano. De hecho, aún la especie amazónica tiene muy pocos registros de ataques a humanos, que hasta se consideran hasta cierto punto dudosos. De hecho el último caso registrado fue en 1997 en la zona de la Amazonia”, expresó. “Esa especie que supuestamente fue encontrada en estas aguas es nada más y nada menos que una especie que vive en nuestros ríos hace millones de años y no hay ningún riesgo para la gente”, insistió.En sintonía, el biólogo Matías Pandolfi, director del laboratorio de Neuroendocrinología y Comportamiento de peces (Conicet/UBA) comentó: “Estos peces parásitos estuvieron siempre en la cuenca del Río de la Plata, de ningún modo es para alarmarse o tratar de eliminarlos del agua. Si no surgen cifras médicas, con números reales de intervenciones ante ataques, entonces es para tomar el tema con responsabilidad, no es para alarmarse”, aclaró.Manifestó Pandolfi: “En Argentina tuvimos al famoso investigador Raúl Adolfo Ringuelet, que fue uno de los grandes estudiosos de la fauna de los cuerpos de agua del continente, y él escribió un libro importante sobre la fauna íctica de acá. Habla sobre estos peces y menciona que Latinoamérica tenía cincuenta casos registrados de ataques. El libro es de 1967, es decir que él habla de casos registrados en esos años del siglo XX”.“Nunca fue encontrada en Argentina”El investigador Luis Fernández, del Instituto Miguel Lillo, experto en esta familia de peces, ratificó a PRIMERA EDICIÓN que “en muchos años que trabajo en el grupo de los candirús y capturas que hice, nunca hubo algo de qué preocuparse, excepto que pusieran jaulas para piscicultura en Yacyretá y que obviamente no resultó por ser fáciles para los candirús alimentarse de los pacúes. Es bueno que ustedes lo difundan, más en Misiones”, comentó. “Ni la Vandellia cirrhosa ni ninguna otra especie fue encontrada en Argentina. Sólo Paravandellia colecté en Misiones y Corrientes y en el resto del Paraná, pero es la única especie de candirú (Vandelliinae) en Argentina”, corroboró Fernández. Teoría puesta a prueba“Había una teoría de que estos peces persiguen la urea, que se elimina a través de la orina en los seres humanos y en los peces, a través de las branquias. La hipótesis decía que los peces, al seguir rastros de urea, se “equivocaban” y se metían en la uretra de una persona que estaba orinando en el agua. Este año se publicó que un trabajo científico puso la hipótesis a prueba: se hizo un experimento y se demostró que no es como se creía y que incluso con orina humana estos peces no son atraídos. Se demostró que el candirú de Brasil (Vandellia cirrhosa) elige a sus presas visualmente, con lo cual también se demostró que es poco probable que vayan a atacar a un ser humano. Acá la gente se baña en el río hace por lo menos cientos de años y nunca hubo un caso de ataque”, aseguraron los expertos.
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