“El ‘Barco Mixto Ramos Mejía’ y el ‘Barco Motor Roque Sáenz Peña’ llegan a Misiones en las primeras décadas del siglo pasado, construidos en Escocia fueron especialmente diseñados y construidos para ser utilizados en aguas poco profundas, por lo que constituyen piezas únicas en el mundo, declaradas monumentos históricos en el 2003. En la sala de máquinas de la parte inferior poseen motores de 500 caballos de fuerza, de fabricación inglesa, los motores auxiliares movidos a vapor y a su lado descansa la caldera. Por su estructura y el tipo de maquinaria que llevan son piezas únicas, emblemáticas de la segunda revolución industrial y parte fundamental del Patrimonio Histórico Cultural de la ciudad de Posadas”, así inicia su petición Fernando Cuevas que necesita el impulso de la población para que la carta llegue a sus destinatarios a través de la organización no gubernamental Change.
Prosigue el texto de las carta con una descripción de las acciones para proteger estos patrimonios, iniciadas en 1990 con la aprobación de la Resolución 208 en el Concejo Deliberante de la ciudad, que autorizaba a iniciar trámites para preservar las naves. Ya en marzo de 1992 la Ordenanza 07 los declaró de Interés Público, fueron incorporados al Patrimonio Histórico Cultural de la ciudad y se facultó al Poder Ejecutivo Municipal a iniciar las gestiones.
En el año 2002 la Cámara de Representantes de la Provincia de Misiones aprobó por unanimidad, el proyecto en el cual solicitan al Poder Ejecutivo Provincial, a través de los organismos con competencia, de manera “urgente” haga cumplir con la Ley VI Nº 102 (antes 3.973 por la que se instituyó Monumento Histórico Cultural Fluvial al “Barco Mixto Ramos Mejía” y al “Barco Motor Roque Sáenz Peña”.
En 2012, la Administración de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) y el Gobierno misionero firmaron un convenio que establece que el Estado provincial es el responsable del mantenimiento y preservación de estos patrimonios históricos-culturales. Sin embargo se conocieron hechos delictivos de robos y hurto que afectaron las embarcaciones al no contar con la custodia necesaria.
“En junio de 2013, desde la Secretaría de Gestión Estratégica se anunció que por seguridad sería trasladado al nuevo puerto de Posadas, ubicado en Nemesio Parma, junto a su gemelo donde se iniciarían las obras de restauración. Una vez terminado el trabajo serían fondeados en la Bahía El Brete y se transformarían en museo y en restaurante. Sin embargo, aislados y lejos de la vista de la sociedad, el proceso de abandono y deterioro se agudizó, donde fueron saqueados, abandonados y ahora se encuentran en el hundimiento”, finaliza la petición de Cuevas que debe alcanzar las cinco mil firmas.