La adolescente de 17 años, presunta víctima de reiterados abusos sexuales y forzada a la prostitución, declaró el viernes ante la Justicia y confirmó los sometimientos presuntamente protagonizados por su padrastro y consentidos por su madre. También manifestó que sus hermanas menores de 12 y 15 años, más un hermanito de 9 fueron víctimas.La pareja denunciada por el padre biológico y una psicopedagoga de la escuela a la que concurre la víctima de 12 años, fue detenida el jueves en la chacra 159, conocida como “La Favela”, de Posadas. El sábado, ambos imputados, se abstuvieron de declarar ante el juez Marcelo Cardozo, recomendados por la defensora oficial Celina Silveira Márquez.En cuanto a los exámenes médicos a la joven de 17 años, se confirmó que padece un cuadro avanzado de una enfermedad de transmisión sexual. Se sospecha que la contrajo por los constantes abusos a la que era sometida, obligada por el padrastro a prostituirse dentro de automóviles o autorizando a que la llevaran a un hotel alojamiento.La denuncia fue presentada el lunes 19 de octubre, en la Comisaría de la Mujer de Villa Cabello. Las tres víctimas restantes declararían en el transcurso de los próximos días guiados por profesionales de la salud mental en cámara Gesell, adelantaron a PRIMERA EDICIÓN fuentes de la causa.En cuanto a la situación procesal de los denunciados, el padrastro (45) de los niños está imputado como “autor de abuso sexual agravado por la convivencia y la facilitación a la prostitución”. La madre (35) como “partícipe necesario”, del mismo delito.Calvario constanteEl relato de la joven de 17 años el viernes fue contundente. La víctima fue analizada previamente por una psicóloga, quien determinó que estaba en condiciones de declarar y su análisis fue acertado. La víctima no vaciló y demostró el coraje suficiente para responder y despejar sospechas sobre lo que sufrió.Manifestó que su madre consentía los abusos del padrastro y que la entregara a los abusos sexuales de los amigos de éste por dinero. La muchacha reconoció que no se resistía, y que antes que el padrastro abusara de sus hermanos menores, se ofrecía en lugar de ellos. Incluso admitió que no podía negarse a ser abusada por los amigos del padre, porque con el dinero que les daban al padrastro iba a ser solventada la fiesta de cumpleaños de su hermanito de 9 años.
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