Lo que queda de una jornada electoral, además de datos, son sensaciones. La sensación mayoritaria de ayer fue que el electorado dejó la decisión más importante del año para última hora, ya que recién después de las 16 la gran mayoría fue a votar, lo que retrasó todo el proceso. Como era de esperarse, en las principales ciudades el primer dato llamativo, aunque no sorpresivo, fue la intensa “movilización” del oficialismo con un número importante de vehículos contratados para llevar y traer a los electores desde sus casas hasta el lugar de votación. En Posadas y a primera hora de la mañana, hubo escuelas con “más autos que gente” y un tránsito intenso en los alrededores de cada establecimiento. Según algunos choferes consultados, el promedio de pago por el día completo fue de $1.000 por vehículo: 500 en vales de combustibles y 500 en efectivo. En localidades del interior, especialmente en las del Alto Uruguay, la lluvia y el mal estado de los caminos complicó la llegada de los votantes a algunas escuelas ubicadas en las zonas rurales, por lo que nuevamente se vio el traslado de electores en coches, camionetas, combis y hasta carros. Unos 40 mil nuevos electores fueron incorporados al padrón en relación a 2013, la mayoría chicos de 16 y 17 años que votaron por primera vez ayer o en las Paso. Pero casi ninguno apareció por las escuelas en horas de la mañana y sí se hicieron más visibles durante la siesta y la tarde, es decir que aprovecharon el domingo para dormir hasta tarde. Igualmente fueron muy pocos los adolescentes que decidieron ejercer su derecho al voto. Párrafo aparte merece la siesta del domingo, una franja horaria que la que disminuye notablemente la cantidad de electores. Ayer se sumó el partido de Los Pumas que desde las 13.30 le pelearon mano a mano la semifinal a la superpotencia del rugby, Australia. Durante esa hora y media de partido, el movimiento electoral prácticamente desapareció, al menos en Posadas. Aprontes y robo de boletasSon varias las localidades del interior en las que también se jugaba ayer la final de un campeonato, pero entre sublemas del oficialismo, o mejor dicho entre los intendentes que buscaban su reelección y sus principales “oponentes” dentro del mismo espacio, que al final terminaron sumando sus votos por efectos de la Ley de Lemas. Se sucedieron las denuncias por faltantes y robos de boletas del cuarto oscuro, especialmente en el arranque del acto electoral. Lo notable fue que los sublemas oficialistas se acusaban entre sí, lo que dejó a los opositores “más tranquilos” ya que no participaron en la batalla. En El Soberbio se sucedieron dos situaciones que rozaron el ridículo: en una Escuela de la Familia Agrícola que funcionó como centro de votación, habilitaron un aula para los fiscales que allí iban a poder guardar sus cosas y descansar, pero fue “copada” por los auxiliares de un solo sublema oficialista que directamente no permitieron la entrada del resto, lo que ocasionó un gran escándalo que casi termina en gresca, y que fue prontamente solucionado por las autoridades de la Justicia Electoral. En otra escuela de la localidad taparon todos los vidrios del cuarto oscuro, como corresponde, pero con afiches del oficialismo. Molestas boca de urnaEn algunas escuelas de Posadas los electores reaccionaron ante la presencia de jóvenes contratados para hacer las tradicionales encuestas “boca de urna”. Ante el acoso de los chicos, algunos pedían a gritos la presencia policial y solicitaban que los metieran presos, a lo que el personal del Ejército apostado para la seguridad, explicaba que lo que está prohibido es reproducir los resultados antes de las 21 horas, y no el hecho de hacer la consulta. Lluvia complicadaEl pronóstico del clima finalmente no le erró ayer: tal lo previsto, llovió intermitentemente durante toda la jornada y de punta a punta de la provincia, por lo que al mediodía se temió que el porcentaje de votantes no superara al registrado el 9 de agosto. Notablemente, los electores llegaron “como hormigas” desde las 16 a las escuelas, donde se formaron largas colas para el sufragio. En algunos casos, la espera superó las dos horas, por lo que al cierre de los establecimientos la gente seguía votando. En la mayoría de las escuelas terminaron de votar a las 20 horas. “Dejaron todo para último momento” se quejaron las autoridades de mesa. En Oberá, gratisEn esta localidad rigió una ordenanza local que obliga a las empresas prestatarias del transporte público al traslado gratuito de los electores, por lo que desde temprano muchos obereños decidieron manejarse en colectivo. No pasó lo mismo en el resto de las localidades, donde hubo transporte público pero con frecuencias reducidas. Sin picaporteEl uso intensivo de las escuelas en tiempos de clases deja sus marcas y ayer se notó: en la escuela 717 de Posadas, las puertas no tenían los picaportes, por lo que los electores y autoridades de mesa tenían mucho cuidado para no dejar encerrado a nadie adentro. Cuando por error se cerraba alguna puerta, la única alternativa eran las pinzas. Con tijerita Muchos electores votaron ayer en forma rápida porque llevaron sus votos armados desde las casas. Pero otros menos prevenidos fueron a “ver qué onda” en el cuarto oscuro. En algunas mesas las autoridades tenían preparada la tijera que le entregaban en préstamo a los electores para facilitarles la tarea. El corte de boletas fue un dato saliente de la jornada y lo notaban los electores al entrar al cuarto oscuro por la cantidad de categorías “sueltas” que quedaban sobre las mesas. Justificar el no votoLa secretaría Electoral Federal de Posadas trabajó a destajo durante los últimos quince días para que las elecciones se realicen con normalidad, pero ayer se les sumó la tarea de recibir a quienes querían justificar el “no voto”. A media mañana, el Secretario electoral Eduardo Bonetto aclaró que tienen 60 días para realizar el trámite, por lo que pidió a los electores que no se tomaran tan a pecho.
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