Si algo distingue a Norma Liliana Rodríguez es su agradecimiento al Servicio Penitenciario Provincial (SPP) como institución. No lo puede disimular; se le nota en sus palabras y sobre todo, en los ojos, en su mirada que por momentos se vuelve lagrimosa. No es para menos. Tenía 19 años y gestaba un embarazo aún imperceptible cuando ingresó en sus filas.Es el agradecimiento y la emoción de quien atravesó muchas tormentas con una tranquilizadora estabilidad laboral; que crió tres hijos con esfuerzo y sacrificio y aprendió que la vocación también se hace al andar.Veintiocho años pasaron de aquel ingreso lleno de expectativas y cuando el reglamento indicó que el tiempo del retiro había llegado; ella sintió que el corazón, las ganas y la vocación señalaban exactamente lo contrario.Sin dudar, convencida de que tenía aún mucho para dar, pidió al actual director del Servicio Penitenciario Provincial, alcaide general Miguel Ángel Maidana, que la incluya en lo que se denomina Régimen de Continuidad Laboral; que le permite continuar en funciones pese a cumplimentar con los requisitos reglamentarios para su jubilación. Norma Rodríguez proviene de una familia con un pasado ligado al SPP y a la Policía de Misiones. Y ese legado se lo transmitió a sus hijos Pablo Rodríguez (27), suboficial penitenciario, a Marcos (19) y Alejandro García (21), quienes cursan el segundo año de la Escuela de Suboficiales.Justamente, el despacho del alcaide Maidana fue el escenario de la entrevista que mantuvo PRIMERA EDICIÓN con esta mujer, que dejó frases y conceptos para tener en cuenta?como el de "libertad", en tiempos donde la violencia y el odio (léase atentado en Francia) parecieran poner en crisis los valores de Occidente.¿Qué significa el SPP para usted?Es como estar en mi casa; me gusta venir y trabajar con alegría. Me siento bien aquí; el espacio que compartimos; mis compañeros. Es parte de mí; siempre me sentí bien.¿Por qué decidió seguir y no volver a casa con su familia?Es que no puedo dejar de venir; me siento útil y siento que estoy bien de salud; mentalmente. Quiero seguir trabajando;?aportando lo que aprendí en todos estos años. Siendo una persona que trabajó gran parte de su vida con gente privada de su libertad, ¿qué significado adquiere el concepto de libertad para usted?Para mí la libertad es mi familia; no podría estar ni vivir sin ella. Veo a los detenidos, cómo esperan a sus hijos, a sus madres los días de visita y ahí percibo lo que significa.¿Qué valores asimiló a partir de su labor; sobre todo los relacionados a la libertad?Uno pone de ejemplo, a los hijos, las situaciones por las que pasan los internos; les aconseja con que se cuiden, que hagan bien las cosas, que vayan por el buen camino; porque lo peor que puede pasarles es que por una equivocación terminen detenidos. En realidad, de la casa parte todo para que ellos caminen bien y se cuiden; es fundamental para la educación de los hijos. Los chicos deben hacer deporte o alguna actividad; porque el ocio puede llevarlos a cometer errores.Si pudiera volver a elegir en otra vida;?¿regresaría al SPP?Sí, inclusive si hoy me jubilo o paso a retiro estaría nuevamente acá;?porque esto es lo que me gusta. Sino podría jubilarme y dedicarme a otra cosa.¿Qué le aconsejaría a los padres que tienen hijos que comienzan a desandar el camino de la vida y están temerosos de dejarlos volar?Que valoren la libertad. Es difícil, porque todo depende de las condiciones en que vive cada uno; cada familia. En mi caso, suelo decirles a mis hijos que se cuiden, sobre todo cuando salen; que hagan deportes y estudien. Entonces no tienen tiempo ni caminos por donde desviarse. El ocio los hace pensar y lleva para otro lado a los chicos y es una situación preocupante.
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