Una milésima de segundo es suficiente para desatar una tragedia o cometer una locura. Una vida o varias pueden quedar destruidas en lo que lleva jalar de un gatillo. Ocurrió el 2 de junio de 2014 en un paraje distante a 25 kilómetros del ejido urbano de El Soberbio, donde un joven -en ese entonces de 24 años- mató a su propio hermano, dos años mayor; de un disparo de escopeta que impactó en el pecho y atravesó su corazón.Nunca trascendieron los motivos, indefendibles por cierto, que llevaron a esta persona a tomar semejante determinación; pero no hay dudas de que estaba sacado. Después de quitar la vida a su hermano, Ramón Alberto Loreiro continuó caminando en busca de otro al que también intentó asesinar; pero este zafó de milagro al refugiarse en la casa de un vecino bajo una intensa lluvia de plomo y perdigones.El ataque a escopetazos ocurrió en una propiedad ubicada en el paraje Cristal. Ramón Alberto se escondió en un monte cercano, pero no eludió el accionar de la Policía que rápidamente lo arrestó.Allí mismo, a su lado, los investigadores encontraron la escopeta calibre 22 con que ejecutó el homicidio.Ahora, a más de quince meses del hecho, consciente del cúmulo de pruebas en su contra, o quizás abrumado por el peso de la consciencia, confesó su responsabilidad como autor material para acceder a la firma de un juicio abreviado.En ese contexto, tras el acuerdo con la fiscal Estela Salguero de Alarcón, fue condenado a la pena de doce años de prisión por el delito de “homicidio simple”.Fuentes consultadas por este Diario indicaron que restaban algunos detalles formales para que el Tribunal Penal 1 de Oberá homologara el juicio abreviado.El TP está integrado por los magistrados José Pablo Rivero, Francisco Aguirre y Lilia Avendaño. Los trámites legales de rigor se llevaron a cabo la semana pasado en la Capital del Monte.A sangre fríaEl informe médico determinó en su momento que Héctor Fabián Loreiro recibió un escopetazo en el pecho que, literalmente, atravesó su humanidad.Lo trasladaron de inmediato al hospital de El Soberbio pero, lamentablemente, llegó sin signos vitales. El crimen de este hombre estuvo precedido de una fuerte discusión entre tres hermanos.El atacante, la víctima fatal y un tercero que zafó de milagro después de correr y refugiarse en la vivienda de un vecino.El imputado Ramón Alberto Loreiro acordó un juicio abreviado en el que confesó el hecho y aceptó una condena a doce años de cárcel por el delito de homicidio simple, indicaron las fuentes.
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