A la incertidumbre que rodea a las más de 30 familias asentadas en el barrio El Timbó Viejo de la localidad de Apóstoles, se sumaron ahora los estragos ocasionados por las últimas tormentas que volvieron a romper buena parte de los negros plásticos que cubren las precarias casillas. Provenientes de distintos puntos del interior de Misiones, llegaron en busca de oportunidades. Algunos residen allí hace diez años, otros siete, otros cinco. Los que menos tiempo llevan en la zona ya cumplieron los dos años. El aspecto del asentamiento es cada vez más decadente. Más que en los comienzos. Es que los costeros están podridos, inclinados, a punto de caer, y los techos flamean deshilachados, producto de los embates de las inclemencias del tiempo. En medio de ese panorama, los vecinos temen que aquí se repliquen los desalojos que se registraron hace poco en Buenos Aires, porque ellos estuvieron al borde de ser echados del predio en al menos dos oportunidades. Los vecinos volvieron a manifestar su indignación porque el 10 de diciembre el intendente Mario Vialey asumirá su segundo mandato frente al Municipio y en cuatro años no tuvo la capacidad para resolverles el problema que acarrea otros tantos inconvenientes, particularmente en el ámbito de la salud y la educación.El año pasado Vialey comunicó a los interesados, en su mayoría tareferos y changarines, que los integrantes de las 33 familias censadas no serían desalojadas y que tendrían asegurado el Plan Techo.(LEA TODOS LOS DETALLES EN LA EDICIÓN IMPRESA DEL VIERNES 20 DE NOVIEMBRE)
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