El derrumbe de produjo alrededor de las 18 del jueves, presumiblemente por la intensidad de las lluvias caídas en los últimos tiempos, provocando daños estructurales en ese sector de la pasarela. El viernes empezaron los trabajos de estudios geológicos y remoción de piedras en el sector, aunque no se pudo precisar la fecha probable de reparación.El guardaparque Omar Cañete manifestó que se trata de un hecho grave “porque es una piedra bastante grande y movió a muchas a otras piedras. Estamos esperando que los especialistas nos indiquen bien si existen posibilidades que se produzca otro derrumbe. Mientras tanto se está limpiando el espacio y retirando todas las piedras sueltas. Significaría un trabajo de una o dos semanas”.Admitió que ya sucedió algo similar hace un par de años y que es atribuible a las intensas lluvias que caen sobre la zona. “Es el proceso natural de cataratas. Hace un par de años, con el mismo fenómeno del Niño tuvimos el mismo problema. Por la cantidad de lluvias cayeron dos piedras grandes y se llamó a una persona especializada para que nos dijera que el paseo estaba apto para ser habilitado”.En esta oportunidad, quedó clausurada una parte intermedia del paseo. Continúan habilitados los miradores del paseo inferior que son los más llamativos como el Dos Hermanas y el Bosetti. “Ayer comenzaron los trabajos pero no podría decir con exactitud qué duración tendrían las tareas. Es un trabajo en el que habrá gente que se tendrá que colgar, ver todas las piedras sueltas. Por suerte no había personas en ese lugar, en ese momento”, insistió Cañete.Agua más que abundanteCañete señaló que durante la jornada de ayer el río Iguazú se encontraba bastante crecido, al punto que estuvieron evaluando el cierre de la Garganta del Diablo. “Estamos en observación, revisando continuamente la altura del cauce. Hace instantes vimos que la represa brasileña ya empezó a bajar el nivel así que calculamos que a partir de mañana por la mañana estará con menos agua”. Explicó que cuando el agua crece y toca las bases “se hace difícil replegar las pasarelas debido a la peligrosidad que representa para los empleados que están trabajando en los paseos”. Dijo que por lo general se desarman “cuando nos enteramos que viene una crecida muy grande, de acuerdo a lo que vemos en Internet sobre las represas de Brasil. Como sabemos que la crecida tarda entre 12 y 14 horas en llegar, hay tiempo suficiente para replegar. Pero cuando viene agua continua, con cierta cantidad, más la lluvia que cae en la zona, aumenta el río y toca las pasarelas, no se desarma más porque se torna peligroso. Tenemos un sector en la guardia de la Intendencia de Parques Nacionales que monitorea el río constantemente. Cada hora se chequea la altura”. Aseguró que “tratamos de mantener abierta el área mientra sea segura para los visitantes, y que puedan disfrutar del paseo. Hoy la vista estaba impresionante”.
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