Señora Directora: Cuesta creer que han dado más importancia a la designación de dos miembros de la Corte Suprema por decreto, criticando el procedimiento y no con la aprobación del Senado Nacional, cuando todos los días suceden muertes en manos de delincuentes o como el terrible accidente del ómnibus en el que viajaban 50 gendarmes (y murieron 43 de ellos) para prevenir anunciados saqueos organizados por la imparable (hasta ahora) Milagro Salas. Es que se tiene que entender que el cambio de gobierno no será pacífico, sabiendo que muchos no han entendido que se les terminó el festín, que ahora tendrán que trabajar y preocuparse por su futuro como cualquier ciudadano común. Uno de los protagonistas del pasado reciente de apodo “cuervo” ya anunció que está “trabajando” para volver. ¿Volver adónde? ¿A las Cataratas del Iguazú? ¿Quién los entiende a los responsables de lo que quedó en malas condiciones? El faltante de caja; el misterioso destino del dinero (no se sabe cuánto) llevado al sur en varios transportes de caudales y los miles de nuevos cargos nombrados antes de la finalización de la gestión anterior. Todos estos criticones, sean del color que sean pretenden perjudicar en vez de colaborar, no quieren entender que la situación es grave y que si no ponemos el granito de arena cada uno esto no ayudará a salir a flote. Si las dos personas nombradas por el Ejecutivo tienen una foja intachable, ¿cuál es el problema? ¿Acaso en la gestión anterior todo fue impecable? No busquen distintas maneras para entorpecer, para confundir; sáquense la careta y entiendan que hoy debemos poner el hombro para salir adelante, para lograr el crecimiento necesario en beneficio de todos.
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