"Las respuestas de estos jóvenes con cáncer os van a cambiar el modo de ver la vida". Es el título de un vídeo colgado en YouTube ( que ya fue reproducido más de 6 millones de veces) que busca difundir un mensaje a partir de generar en el espectador sorpresa y empatía. El esquema está pensado para intentar convertir el mensaje en viral: desde el formato (dos personas, una sana y otra un joven con cáncer o uno de sus familiares, separadas por un biombo contestando a una misma pregunta), a la música utilizada y el montaje.Se trata de una campaña de la Asociación de Adolescentes y Adultos jóvenes con cáncer. A la fotógrafa y directora de arte barcelonesa Paola Calasanz, de 26 años, le pidieron un video a raíz de otro viral que había logrado situando a varias parejas de desconocidos mirándose a los ojos por primera vez, un clip que, a su vez, lanzó tras el éxito de la campaña First Kiss (un anuncio pidiendo a desconocidos que se besaran ante la cámara) y con el que logró 3,5 millones de reproducciones. También en blanco y negro, con primeros planos, con desconocidos, con un ambiente pensado para provocar ciertas emociones entre los participantes.A los jóvenes sanos los ‘reclutó’ a través de un anuncio en su Facebook, buscando “gente de la calle para un video viral para hacerle preguntas sobre la vida”. No fue difícil conseguir voluntarios gracias a la repercusión que había tenido su video viral Miradas, aunque ni ella ni quienes se prestaron a participar en el video han cobrado, comenta.“A los sanos les dijimos que ellos eran un grupo social y que en la otra sala había otro grupo social distinto, pero no que se tratase de personas enfermas. Ahí estaba un poco la trampa. Ante las preguntas sobre sus deseos y sus planes, hablan primero los sanos, a los que además les pedimos que fueran muy realistas”, explica Calasanz. Es decir, se les sugirió evitar deseos tipo “la paz mundial” y, con ello, se obtuvieron respuestas como viajar, conseguir un trabajo en Nueva York, montar una empresa propia o aprobar una oposición.Después contestan los pacientes con cáncer y sus familiares. Son respuestas que, desgraciadamente, casi todos los lectores, por proximidad a la enfermedad o experiencia propia, podrán intuir. “Se buscaba el contraste”, explica la creadora del video. “Y el montaje hace mucho”, indica al ser preguntada sobre algunas críticas al video en YouTube, de quienes consideran que en el video hay un cierto “reproche” a las otras personas [las sanas] por tener “otras preocupaciones”.“No sale en el video, pero la mayoría de los sanos acabaron llorando. Luego me han escrito diciendo que se quedaban con lo bonito, recuerda la fotógrafa y directora de arte. Pese a la crudeza del experimento, ninguno de los sujetos que habían accedido a salir en el video se negaron después a aparecer, añade.“En todos mis trabajos busco que el mensaje llegue y emocione”, dice la fotógrafa, cuyo canal de YouTube, Dulcinea Estudios, tiene como lema “fotografía y videos con magia, con alma, que emocionan, contagian…”. De ahí que la intención quede plasmada desde el mismo título del video, ya sugerente de por sí, con esquema muy similar al utilizado en webs especializadas en este tipo de contenido viral emocionante como Upworthy. Fuente:VERNE
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