El presidente Mauricio Macri mantiene dos grandes preocupaciones al finalizar el primer mes de su mandato: que la discusión paritaria no dispare la inflación y formalizar los consensos políticos con presidentes de bloques no kirchneristas y gobernadores para marzo, cuando el Congreso retome su actividad de manera oficial.“Hay una obsesión diaria pensando en lo que serán las votaciones en marzo”, graficaron a DyN dos funcionarios nacionales de la confianza de Macri, y destacaron que se trabaja en dos estrategias: por un lado, negociar comisiones con la oposición no kirchnerista y profundizar relaciones con gobernadores provinciales para que, en caso de ser necesario, presionen a sus diputados a acompañar las medidas que buscará impulsar el macrismo a través de la vía parlamentaria.La otra cuestión que desvela al Presidente es la discusión paritaria, pero no por la posibilidad de un conflicto con sectores gremiales sino por el impacto que pueda tener en la inflación, uno de los caballitos de batalla de Macri durante la campaña y a la que prometió reducir a un dígito.“Es algo que nos preocupa, estamos contentos con lo que fue la salida del cepo, en cómo se controló la inflación en la última semana del año, pero enero es un mes inflacionario de por sí, uno de los principales desafíos es que no se disparen los precios, y las paritarias son un termómetro”, aseguran en el Gobierno.Descartada la posibilidad de convocar a sesiones extraordinarias, Macri busca acuerdos para que el Congreso apruebe las derogaciones de las leyes cerrojo y de pago soberano y, en la Cámara de Senadores, las designaciones como integrantes de la Corte Suprema de Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti luego de la marcha atrás por parte de Macri de nombrarlos vía DNU. Allí necesitan dos tercios de los senadores y el argumento será que la Corte con tres miembros, como en la actualidad, no puede funcionar. “Tenemos una experiencia aceitada de 8 años en la Ciudad de Buenos Aires, donde nunca tuvimos mayoría, no nos cuesta buscar hacer acuerdos y la sensación es que tenemos un porta avión bastante más grande”, aseguran en el macrismo, y agregaron que la idea es lograr “alguna mayoría circunstancial para aprobar las leyes enviadas por el Presidente, de hecho ya construimos una para aprobar la designación de Pablo Tonelli en el Consejo de la Magistratura”, señalaron desde el macrismo. El titular de la Cámara de Diputados, el macrista Emilio Monzó, es el encargado de recolectar las voluntades de sus pares: comenzó la discusión para el reparto de las titularidades de las comisiones y, al mismo tiempo, inició nuevamente recorridas por el interior del país, tarea que desarrolló como coordinador de la última campaña nacional de Macri.Por otro lado, el ministro del Interior y Obras Públicas, Rogelio Frigerio, tiene a su cargo el diálogo con gobernadores e intendentes de las principales ciudades del país: el reclamo central en cada cónclave es la financiación nacional de obra pública y en el macrismo entienden esta situación “de necesidad” como una herramienta para que mandatarios persuadan a los diputados de sus respectivas provincias a acompañar las iniciativas de Cambiemos.“No es un tema de causalidad, no es que hablamos con los gobernadores para que nos apoyen en el Congreso, es algo que está implícito en ellos y nosotros que hay que negociar leyes de gobierno, a ellos les sirve; no vamos a arreglar, por ejemplo, una ruta para que el gobernador nos vote una ley, no somos tan kirchneristas, sino que está implícito, saben que de alguna manera se utiliza”, explicaron a DyN en el entorno del mandatario presidencial.De esta manera, a solo tres días de cumplirse el primer mes de mandato en el Poder Ejecutivo, el macrismo ya está definiendo sus prioridades y preocupaciones, para arrancar en marzo con un panorama más certero de lo que será el 2016.Por: Patricio TeseiEspecial para Agencia DyN
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