El año pasado, cuando se disputó el poder en la provincia y el país, el Gobierno de Misiones aumentó 50% su gasto en salarios, lo que le produjo la entrada en déficit por más de 362 millones de pesos, según reveló un informe de la consultora Noanomics.La gestión del exgobernador Maurice Closs fue la segunda de todo el país que más incrementó su gasto salarial, situación que hoy complica la administración -con millonarias deudas a cientos de proveedores- y que obliga a intendentes y responsables de numerosos organismos públicos a no renovar miles de contratos de “ñoquis” y empleados contratados en plena campaña.Todas las provincias subieron el gasto en personal, pero Misiones fue la segunda, detrás de Neuquén.Con información de 18 provincias, en el acumulado a septiembre de 2015, la partida personal había crecido un estimado de 42%. Con un incremento fenomenal Neuquén observa una tasa del 60%, siguiendo Misiones 50%, Buenos Aires 48%, Salta 47%, Río Negro 46% y Mendoza 43%. Las demás operan por debajo de la media pero aún las más contenidas exhiben subas relevantes, indicó el trabajo de especialistas. Las que menos extienden su gasto salarial son San Juan (33%), Tucumán (34%), Santiago del Estero (34%) y Caba (35%), que acompañaron la inflación. Además, el 42% promedio se ubica por encima del 39% de alza en el gasto en remuneraciones que acusa el Gobierno nacional en el mismo período.Semejante incremento, del 8% en términos reales, no se presenciaba desde la última elección de presidente y gobernadores del 2011, año en el que el Gasto en Personal se incrementó un 13% anual real.El principal problema de este comportamiento tan expansivo es que el gasto salarial es cada vez mayor como porcentaje de los Gastos Corrientes, y se va convirtiendo en un componente de las erogaciones muy difícil de bajar en términos reales. Despedir gente o recortar salarios no suelen formar parte del menú de medidas más atractivas para los gobernadores, por lo que en el mediano plazo el gasto en personal es imposible de bajar. O peor, despiden a unos pero ingresan otros.En el acumulado a septiembre de 2015 el gasto salarial explica en promedio el 53% de los Gastos Corrientes de las provincias. El mayor peso relativo de las erogaciones en personal se observa en Río Negro y Jujuy con 68% y 67% respectivamente. En Misiones, el gasto en personal representa el 55% de los gastos corrientes, como lo indica el gráfico de Noanomics.Con el panorama descripto se entiende entonces que el frente salarial sea el principal desafío fiscal que enfrentan las provincias en 2016. La consultora plantea tres posibles tasas de expansión para los gastos de personal para 2016: del 28% nominal (2 puntos por debajo de la inflación), del 30% (a la par de la inflación) y del 33% nominal (3 puntos por arriba de la inflación). La primera opción es la única que implicaría en la práctica un ajuste fiscal.Resumiendo los resultados podemos concluir que si la economía no creciera en 2016, la única forma en que el consolidado de las 24 provincias consiguiera equilibrio fiscal provendría de un aumento de los gastos de personal que no supere el 28% para todo el año. Por último se indica que “en cuanto a perspectivas de crecimiento la Argentina estaría más cerca del estancamiento durante 2016, situación que es comprensible debido a la necesaria corrección de distorsiones, ajuste fiscal y perspectivas poco favorables de nuestros principales socios comerciales”. Es por ello que desde el punto de vista de la salud de las cuentas públicas “sería deseable contener las demandas salariales para que el gasto en personal no supere el nivel del 28% (suponiendo una inflación del 30%)”, finaliza.En 2015 apareció el déficitA raíz del descontrol fiscal que se generó con el crecimiento del gasto corriente (principalmente en Personal), la provincia de Misiones entró en déficit el año pasado, en plena etapa electoral, situación que no tenía en 2014 y a la cual llegó por gastar más de lo que se recaudó en la gestión Closs.Según detalla la misma consultora, las 24 provincias muestran ingresos totales por $ 655 mil millones y gastos totales de $ 666 mil millones, con lo que en el acumulado de los primeros nueve meses de 2015 se habría registrado un déficit consolidado de $ 11.600 millones. Este balance contrasta fuertemente con el superávit de $ 19 mil millones que se contabilizaba en el mismo período del 2014 y pone en evidencia la importantísima expansión del gasto público durante el año electoral. Del detalle por provincia se pasa de una situación en la que a septiembre de 2014 sólo dos provincias presentaban déficits (Entre Ríos por $ 303 millones y Jujuy por $ 72 millones), a una en donde la mayoría exhibe números rojos. 10 de las 18 provincias relevadas observan un resultado fiscal negativo en el acumulado al tercer trimestre de 2015, encabezadas por Buenos Aires con un saldo de $ -10.347 millones, siguiendo Santa Fe con $ -3.009 millones y Neuquén que alcanza un déficit de $ 2.155 millones.Completan la lista Mendoza ( $ -1.231 millones), CABA ( $ -771 millones), Salta ($ -468 millones), Entre Ríos ($ -484 millones), Tierra del Fuego ($ -392 millones), Misiones ($ -362 millones) y Jujuy ($ -236 millones). Sin embargo, en términos relativos y considerando la relación Resultado Fiscal sobre Ingresos Totales, la peor performance se la lleva Neuquén con un cociente de -9%, completando el podio Tierra del Fuego y Jujuy con -7% y -6% respectivamente. En los casos de provincias grandes como Buenos Aires, Santa Fe y Mendoza el tamaño de sus déficits llega al 5% de sus Ingresos Totales, siendo del 3% para Misiones y Salta; y del 1% en Entre Ríos y CABA. Este deterioro se entiende al analizar el crecimiento de ingresos y gastos. Únicamente en Santiago del Estero los Ingresos Totales crecieron por encima de los Gastos Totales, 44% contra 36%, mientras que en Entre Ríos y San Juan aumentaron en la misma proporción. En todas las demás las erogaciones se expandieron por encima de los recursos.
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