“Es muy triste ser una indocumentada, porque no existís para el mundo, no podés viajar, no podés estudiar, hacer lo que todo el mundo hace”, dijo Soledad Sofía González, una chica de 24 años, que lleva seis años intentando tener un Documento Nacional de Identidad. Soledad se comunicó con PRIMERA EDICIÓN después de leer la nota sobre la situación muy similar que estaba viviendo Yonathan Emmanuel Sánchez (21) quien reside en Oberá y hace diez años espera su Documento Nacional de Identidad (DNI) cuya historia publicó este diario. <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/212518/yonathan-sanchez-a-un-paso-de-tener-su-dni-despues-de-10-anos.html">Desde el Ministerio del Interior de la Nación se comunicaron con Yonathan para darle una solución</a>. Soledad contó que su mamá “vivía en una chacra muy alejada en San Ignacio y yo hice sólo la primaria, porque cuando terminé me di cuenta que no tenía documento y que no podía entrar al secundario. Yo quería ser maestra. No pude estudiar. Comencé a averiguar y cuando cumplí la mayoría de edad comencé los trámites. Me fui al registro en San Ignacio y ellos consiguieron el acta que está en el hospital y es el único papel que acredita mi nacimiento y desde entonces espero, pero ya pasaron seis años. Yo no puedo casarme, estudiar, ni siquiera tener hijos, ¿qué apellido les pondría? Si yo no existo para el mundo, siempre digo que me conocen los allegados y yo misma, pero para todo lo demás no existo”. En el Registro de las personas de San Ignacio “me mandaron a Jardín América, al juzgado de Jardín, y ahí es donde mi historia también difiere de la de Yonathan, porque a mí no me dieron un número de expediente, ni una constancia, me dijeron que ellos me iban a llamar y me iban a avisar, pero eso nunca sucedió. Voy a ir a buscar alguna constancia de que inicié el trámite, porque sino nunca voy a tener un DNI”, dijo Soledad. Incluso trabajar para Soledad es un problema, no puede conseguir trabajo y registrarse, porque no posee identificación “soy empleada doméstica y trabajo tres veces por semana. Mi trabajo es en Jardín América, es a lo que puedo acceder, porque como dije antes, no puedo probar mi existencia, no tengo ninguna documentación que acredite que soy quien digo ser. Siempre digo que no sé qué pasaría si me enfermo, porque te piden documento en el hospital, yo no tengo nada”. Soledad afirma que se siente excluida de todo. “No puedo llevar una vida normal, yo no tengo acceso a una tarjeta de crédito, ni siquiera pude cumplir mi sueño que era estudiar y ser maestra. Esperé todo este tiempo porque me dijeron que me iban a llamar, pero ya pasaron seis años. Cuando leí la historia de Yonathan en el diario, decidí que tenía que contar mi historia también, por eso pedí a una amiga que mande un e-mail al diario con mi nombre y mi teléfono para que se haga público, porque a mí no me dijeron qué más puedo hacer. Inicié el trámite, fui al Juzgado de Jardín América como me dijeron, pero nunca me dieron una constancia, ni un número de expediente y tampoco se volvieron a comunicar conmigo y yo realmente quiero tener mi Documento Nacional de Identidad”, dijo Soledad González, quien también afirmó que es el nombre que le puso su madre, pero que no está registrado como tal. Soledad espera tener un DNI y recuperar un poco la confianza en sí misma, ya que afirma que “no existe para el mundo”. Por suerte la publicación de la historia de Yonathan le trajo valentía para acudir a los medios y contar su historia, tal como lo hizo Yonathan quien ya fue contactado por el Ministerio del Interior de la Nación.
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