Una docente denunció ante la Policía quince veces a su expareja por violencia familiar y pese a ello el lunes sumó un nuevo ataque, según contó a este Diario. La mujer, identificada como Mirta Elva Martínez, aún muy consternada por el lamentable episodio, confió que “aunque parezca increíble nunca recibí protección del Estado o de la Justicia. Lo menos que podrían haber hecho es ordenar una prohibición de acercamiento. Hace cuatro años que padezco esta situación, es decir desde que me separé de este individuo, y nadie se acercó siquiera a brindarme asistencia luego de las agresiones. Hoy (por el lunes) volví a ser víctima junto a mi familia de un nuevo episodio violento, a manos de este hombre, que es taxista en Posadas y que insólitamente no fue detenido luego de este último hecho, que denuncié en la comisaría local”. Mirta, quien actualmente es vicedirectora de la Escuela provincial 828 de Garupá, relató que “todo mi entorno familiar, de amistades y laboral está al tanto de esta situación. Es más, tengo compañeros de trabajo que se animaron a darme una mano y denunciar ellos los casos de violencia que me afectaron y esta persona (por el agresor), los amenazó de muerte. Realmente no sé qué hacer, incluso no quería ventilar esto públicamente pero no tuve alternativa, no tengo respuestas de quienes deberían velar por mi seguridad. Tengo mucho miedo”, aseguró. Destrozos y momentos de tensiónLa siesta en el barrio Noventa Viviendas de Garupá se vio interrumpida ayer por ruidos y gritos provenientes de la casa de la docente, quien hizo a este medio un relato pormenorizado de lo sucedido. “Eran las 15 cuando irrumpió en mi domicilio mi expareja. Tenía un machete en la mano. Primero derribó el portón de la entrada de mi casa, que es de metal y de grandes dimensiones. Prácticamente lo sacó de cuajo. Entonces comenzó a agredir a mi actual pareja, a quien le ocasionó lesiones en el rostro, con pérdida de piezas dentarias. En esos momentos tuve mucho miedo de lo que podía pasarme y me encerré en una habitación. Yo escuchaba que reclamaba la vivienda donde yo vivo, por la cual no tiene derechos. No conforme con ello el agresor ocasionó destrozos en el automóvil de mi actual pareja, tras lo cual y por suerte se fue del lugar. En forma inmediata avisé a la Policía, que me dijeron que no pueden detenerlo sin la existencia de una orden judicial. Realmente no sé que están esperando, que suceda algo peor tal vez”, afirmó la atemorizada docente.Mirta aseguró a este Diario que el acusado ya la agredió anteriormente, frente a uno de sus hijos (tienen tres hijos en común con su expareja) y que ella estaba operada al momento del ataque. Finalmente la mujer solicitó a la Justicia que “den curso a mis denuncias porque temo por mi vida y la de mi familia”.
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