“Luchi” la rompe y da que hablar

No hay palabras. No hay conceptos. Lo de Lucina Von Der Heyde no deja de sorprender a propios y extraños. El martes hizo historia al transformarse en la primera jugadora misionera en jugar para Las Leonas. Pero no sólo eso: como si lo anterior le quedara corto, entró a la cancha y marcó el gol con el que la selección argentina empató 2-2 ante Nueva Zelanda. Y a no confundirse. Porque Nueva Zelanda no es en el hockey lo que es, por ejemplo, en el fútbol. Se trata de la cuarta selección en el ranking mundial femenino -donde Argentina ocupa el segundo lugar- y es una de las potencias. Pues bien, contra ese “cuco” del hockey mundial se enfrentó anoche Von Der Heyde. Y Lucina, fiel a su estilo, no tuvo miedo.“Luchi” no ingresó entre las titulares. El equipo dirigido tácticamente por Gabriel Minadeo salió al césped sintético del Estadio Panamericano de Mar del Plata con Belén Succi, Agustina Habif, Victoria Zuloaga, Noel Barrionuevo, Carla Dupuy, Gabriela Aguirre, Rocío Sánchez, María José Granatto, Carla Rebecchi y Delfina Merino. Von Der Heyde debió esperar en el banco de suplentes.Nueva Zelanda golpeó primero, pero Barrionuevo se encargó de igualar el trámite. Sin embargo, la visita volvió a marcar para el 2-1 parcial. Entonces llegó el turno de Lucina, que saltó al sintético e hizo lo que mejor sabe hacer. Sólo haber ingresado al partido ya era un hecho histórico para el deporte misionero, pero hubo un extra increíble: Von Der Heyde marcó el tanto del empate. Emocionante. Histórico. Increíble. Como en toda disciplina, paso a paso. Claro que el tremendo debut de la misionera abre las puertas a la ilusión de una posible convocatoria de Minadeo de cara a los Juegos Olímpicos de Río, que se realizarán en agosto próximo. ¿Será parte la misionera de ese sueño? Sólo el tiempo tiene la respuesta.Mientras tanto, Las Leonas se preparan para otros cinco “test match” ante Nueva Zelanda en los días siguientes. El próximo será el jueves a las 19 hs. Allí, Lucina tendrá una nueva chance de mostrarse. Y de soñar.