Alfredo Halberstad, Defensor del Pueblo de San Vicente, envió notas al Concejo Deliberante exigiendo reglas para el funcionamiento de los lavaderos de automóviles y motocicletas, y que se arbitren medios para que se erradiquen los depósitos de chatarras.Como lo reflejó PRIMERA EDICIÓN sobre estos dos temas en diversas ocasiones, son dos problemáticas que se tienen que legislar y que hasta ahora nunca se hizo nada para contrarrestar el impacto ambiental que tienen estos dos temas. Por un lado envió una nota exigiendo que el legislativo apruebe una norma que reglamente el funcionamiento de los lavaderos de automóviles y motos.Halberstad dijo a este diario que “me preocupa que los lavaderos de autos larguen las aguas del lavado en los cauces de los arroyos sin ningún tratamiento. Se tiene que implementar un sistema de filtraciones que purifique el agua antes de que llegue a los afluentes. Muchos de ellos tiran sus desechos químicos en ellos y luego van a caer en el arroyo Guiray que es de donde la Cooperativa de Provisión de Agua Potable saca el agua para potabilizar y de donde nosotros tomamos. También hay lavaderos que tiran en otros arroyos que no pasan por el Guiray, pero que contaminan otros cauces”.“No quiero que se interprete que estoy en contra de la fuente de trabajo de los que llevan adelante esta actividad y que viven de ello. Lo que pretendo es que no tenga un impacto ambiental dañino y para nuestra salud”, aclaró el flamante funcionario.En el caso de los depósitos de chatarras dijo que “sobre la ruta Nacional 14 hay depósitos de autos desarmados que por un lado dan un mal aspecto para la visión de los visitantes. Pero también son focos del mosquito que transmite el dengue y otras enfermedades. Ese tipo de chatarra amontonado es seguro que tiene depósitos de aguas de la lluvia y que se están criando los mosquitos. El municipio tiene que ver la forma que los responsables de esos comercios lo saquen o bien el mismo municipio se tiene que ocupar de hacerlo. Hoy es un peligro para todos los sanvicentinos por que atentan contra nuestra salud. Exigimos que el vecino saque su chatarra”. El Defensor del Pueblo asumió el 10 de diciembre y recién un mes después recibió una oficina. Sin embargo desde que fue elegido, en octubre, comenzó a recibir quejas de la gente sobre distintas problemáticas existentes en la ciudad. Temas como los lavaderos de autos y los depósitos de chatarras de automóviles fueron de los primeros que se plantearon, y pidieron que se ocupe, y se reforzó con la problemática del dengue que tiene Misiones. Otra de las quejas recurrentes que recibe es por la falta de caminos transitables en las colonias.
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