A los directivos de la empresa Electricidad de Misiones SA (Emsa) no les bastó con aplicar sin anestesia un aumento directo a los usuarios que va desde el 100% al 280%. Este viernes, con la llegada de las facturas a los domicilios, comercios e industrias de Posadas también quedó develado que ese incremento -impagable para muchos- no debió aplicarse todavía, puesto que las boletas dicen corresponderse con el período 02/2016 pero reflejan el consumo real registrado por cada usuario en enero de este año, período en el que Emsa compró energía “barata” en el Mercado Mayorista Eléctrico porque estaban plenamente vigentes los subsidios nacionales. La maniobra le permitirá a la ineficiente prestataria hacerse de un millonario “colchón” de entre 50 y 60 millones de pesos que no debieron ingresar a sus arcas hasta dentro de treinta días, una recaudación “extra” tres veces más grande que la de los meses anteriores, que sin embargo no será utilizada para pagar la energía al por mayor según los nuevos valores que rigen por imperio de la Resolución 06/16 de la Secretaría de Energía de la Nación.En otras palabras, la energía que llegó a Misiones en enero y se consumió en las casas, comercios e industrias de nuestra provincia, fue pagada por Emsa a precios subsidiados, pero Emsa decidió cobrarle a los usuarios con precios “sin subsidio”, una “avivada” que le dejará un margen enorme de ganancias. Los subsidios nacionales quedaron sin efecto a partir de la Resolución antedicha que en su artículo 1º señala claramente que se aprueba “la reprogramación trimestral de verano para el Mercado Mayorista Eléctrico… correspondiente al período comprendido entre el 1° de febrero de 2016 y el 30 de abril de 2016”.Zarpazo al bolsilloTal lo anticipado por PRIMERA EDICIÓN, el jueves comenzó el reparto de las boletas de período 02/2016 (que reflejan lo consumido desde el 4 de enero y hasta el 2 de febrero, momento del registro de los medidores) en la zona 01 de Posadas, comprendida por el microcentro y zonas cercanas al casco céntrico.Facturas de mil, dos mil y hasta diez mil pesos temblaban en las manos de los usuarios que recién viéndolas tuvieron una real dimensión del impacto de los anuncios que realizó el presidente de Emsa, Sergio Ferreira, hace tres semanas. En una conferencia de prensa, el funcionario justificó el “tarifazo” aduciendo que la empresa compraba el Megavatio/hora a un costo de 75 pesos y que en febrero pasó a costar 360, aumento que significaba la caída de los subsidios nacionales y que iba a impactar en los usuarios en forma retroactiva.?Lo que no dijo es que durante un mes completo, Emsa se iría a alzar con tantos millones de más por comprar barato y vender caro. Usuarios desconsoladosPamela es usuaria de la categoría “residencial” que en noviembre pagó 350 y el viernes recibió la boleta por un monto total de 1.029 pesos, con apenas unos kilovatioshora (kWh) más de consumo. En los casos de usuarios residenciales con consumos promedio de 1000 kWh (familia de clase media con dos aires acondicionados, heladera y freezer) Emsa les facturó los primeros 30 kWh a $ 0,51900; los siguientes 90 a $0,59300; los siguientes 80 a $ 0,87000 y el excedente a 0.92600. Es el caso de un empleado que tiene su vivienda en el barrio Judicial y deberá pagar un total de 1.539,33 pesos antes del 4 de marzo. Extrañamente, una usuaria del centro de Posadas que consumió 1.470 Kwh entre el 4 de enero y el 2 de febrero de este año, deberá pagar 2.014,67 pesos mientras que la facturación de los kilowats consumidos es totalmente diferente a la del caso anterior. A ella le cobraron 0,63600 los primeros 30 kWh, 0,71200 los siguientes 90; 0,9990 los 80 siguientes y el excedente a un precio de 1,05900. Para los usuarios comerciales de la categoría 2 el golpe fue tremendo. El propietario de una zapatería céntrica que pagaba menos de cuatro mil pesos en los meses inmediatos anteriores, el viernes recibió la boleta por un monto de 10.002 pesos, el equivalente a lo que percibe de sueldo un empleado cuya continuidad laboral ahora está en dudas. No fue el único comerciante con esta “sorpresa” en las manos. De hecho la bronca era tal en el microcentro, que algunos mercantiles barajaban la posibilidad de una movida conjunta con la Cámara de Comercio de Posadas para que se refacturen las boletas emitidas y se respete el período en el que la energía todavía era subsidiada. Seguimos pagando más caro En la edición del jueves del diario La Nación, una nota dio cuenta de la “indignación” de los usuarios de la empresa Edenor por el impacto de los aumentos de la energía. Según el informe periodístico, las primeras facturas con los nuevos valores efectivamente reflejaron parte del consumo de febrero, por lo que “el tarifazo todavía no impactó de lleno, sino solo por esos días”. Amén de demostrar que la firma porteña no engañó a sus usuarios cobrándoles con aumento el consumo de enero, la nota da cuenta de los “irrisorios” montos que siguen pagando los usuarios porteños en comparación con los misioneros.“Un usuario de Villa Urquiza cuyo consumo fue de 315 kWh en el bimestre enero-febrero, abonó $101,34 en su última boleta de luz de Edenor. Al hacer la comparación con la factura eléctrica anterior, la suba es del 325%. El mismo usuario abonó a fines de diciembre $31,15 por un consumo de 240 kWh”, señala el informe, y cuenta que “otro usuario de Villa Urquiza, que aumentó considerablemente su consumo, debió afrontar un pago de $380 en su última boleta, valor muy superior a los $40 que venía pagando en promedio. La demanda eléctrica en su caso fue de 950 kW”. Por un consumo similar en la categoría residencial, un usuario de Posadas deberá pagar un promedio de 1.500 pesos con la nueva facturación de Emsa, que al costo le suma la “cuota de servicio”, el aporte por la Ley Nacional 25.957 (Fondo Nacional de la Energía Eléctrica); la Resolución 344/14, el aporte para jubilados, la Ley 23.681 (Fondo para Santa Cruz), la tasa de alumbrado y los impuestos.
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