La causa que investiga la masacre de la familia Knack, perpetrada el 25 de mayo de 2014 en la localidad de Panambí, se quedó sin juez. El titular del Juzgado de Instrucción 2 de Oberá, Horacio Heriberto Alarcón, se inhibió de seguir al frente de la investigación. Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN indicaron que alegó razones de “decoro y delicadeza” después de que una sobrina asumiera la defensa de uno de los acusados de haber participado en el cuádruple homicidio.Se trataría de Juan Godoy, quien permanece privado de su libertad por los delitos de “cuádruple homicidio calificado”. En idéntica situación se encuentran el exprefecturiano Pablo Julio Paz y el mecánico chapista Marcial Alegre.La decisión del magistrado trascendió el jueves a través de la notificación a las partes. Se apoya en los lineamientos del artículo 47 del Código Procesal Penal.Las fuentes requeridas por PRIMERA EDICIÓN indicaron que la abogada María Cristina Salguero (sobrina de la fiscal del Tribunal Penal 1 de Oberá, Estela Salguero, esposa de Alarcón), asumió la representación técnica legal de Godoy; circunstancia que llevó al magistrado a excusarse de seguir interviniendo en la pesquisa judicial.Lo curioso del caso es que el magistrado giró las actuaciones, por subrogación legal, al Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente, que forma parte de la Segunda Circunscripción Judicial, que casualmente no tiene juez.Es más, se trata de un Juzgado subrogado principalmente por Alarcón y sino, por Alba Kunzmann de Gauchat, la jueza original de la causa Knack que se excusó de seguir en ella por violencia moral.En esa jurisdicción, la de San Vicente, deberá resolverse qué magistrado o funcionario judicial se hace cargo del caso.La decisión de Alarcón se produjo a casi dos meses de otra igualmente trascendente para el expediente: el requerimiento fiscal de elevación a juicio oral y público, efectuado por la representante del Ministerio Público Myriam Estela Silke.En esos fundamentos Silke confirmó el rumbo de la investigación y acusó de cuádruple homicidio agravado a Juan Godoy, el mecánico Marcial Alegre y el exmiembro de Prefectura Naval, Pablo Julio Paz.Asimismo, aunque no se confirmó oficialmente, todo parece indicar que la fiscal resolvió no acusar y pedir el sobreseimiento definitivo del militar detenido en su momento por disposición de la jueza Alba Kunzmann.Esta resolución aún no fue notificada a las partes; pese a que pasaron casi dos meses.Tristemente célebreLa masacre de Panambí, o el cuádruple homicidio de la familia Knack, constituye uno de los hechos más atroces y conmocionantes de la historia criminalística de Misiones.Hay que dar vuelta varias veces las páginas de las crónicas policiales para encontrar un paralelo en cuanto a alevosía y ensañamiento.Quizás, el aberrante homicidio del remisero Miguel Ángel Rojas, golpeado, castrado, empalado y atado a un pino en Colonia Mado, en diciembre de 2012, al que dejaron morir desangrado, se equipare en violencia y crueldad.En una entrevista mantenida con PRIMERA EDICIÓN, en diciembre pasado, Carlos “Nano” Knack contó detalles reveladores respecto de las circunstancias en que sus padres y hermanos fueron quemados vivos, la tarde del 25 de mayo de 2014.Incluso, alcanzó a relatar que su hermano Cristian salió por una ventana del costado de la casa y después de sacar a su hermana Bianca y a su madre, vio a Paz cuando escapaba de la escena sin la capucha en la cabeza.Este lo vio y regresó para atacarlo a puñaladas.También indicó que los homicidas, que eran cinco, quemaron viva a su familia e intentaron incendiar la vivienda por completo, para borrar cualquier tipo de pruebas, pero la valentía de Cristian y su padre, el maderero Oscar Knack, frustraron el plan macabro al apagar el fuego.
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