La región y muchos otros países del mundo no salen del asombro que provocó ver al expresidente del Brasil y conductor del espacio oficialista de ese país, llevado a declarar ante la Justicia sospechado de participar del caso más resonante de corrupción del PT: el megafraude en Petrobras.Nadie puede aventurar las implicancias que tendrá la situación judicial de Luiz Inácio “Lula” da Silva y las derivaciones que puede generar sobre la administración de Dilma Rousseff. Lo cierto es que la región mira con preocupación y mucha cautela el proceso judicial, más allá de lo político. Porque cualquier sobresalto que se dé en la economía del vecino país, sin dudas repercutirá en la situación de la Argentina.Las imágenes del allanamiento y de la custodia de Lula hasta la sede judicial para declarar, llevaron a muchos a preguntarse qué juez actuó con semejante valor para tomar semejantes medidas que dieron un cimbronazo al poder de turno. Se trata de Sergio Moro, juez federal de Paraná (sureste), considerado un “implacable”. Por su valentía ya tiene fanáticos que expresan su apoyo a la investigación que encabeza a través de las redes sociales, con frases como “Je Suis Moro” (todos somos Moro); “Moro, terror de los petistas”, entre otras.El magistrado brasileño llegó a la fama con el caso Banestado (por el Banco del Estado de Paraná), que terminó con 97 personas condenadas en 2007 por enviar remesas ilegales de divisas al exterior desde diversos bancos brasileños. Uno de los sentenciados fue Alberto Youssef, uno de los protagonistas del escándalo en Petrobras.Ahora, encabeza la Operación Lava Jato (lavadero de autos) que se estructuró en torno a un grupo de empresas amigas del gobierno del PT, beneficiada con licitaciones para adjudicarse obras contratadas por la petrolera estatal entre 2004 y 2014. Con las coimas, se habría financiado la campaña electoral del oficialismo.Macri, críticoEl presidente Mauricio Macri abrió una intensa semana política fuertemente vinculada con los próximos pasos que su gobierno pretende dar en materia de financiamiento internacional. Fue en el Congreso, durante su mensaje de apertura del período de sesiones ordinarias, donde hizo lo que muchos esperaban desde que asumió el 10 de diciembre: un informe del estado en que recibió la administración del país tras doce años de gobierno kirchnerista.Con una dureza hasta ahora no acostumbrada, que le valió gritos desde la bancada “K”, Macri fue contundente respecto a la corrupción y el desfinanciamiento heredados. Entre las frases que pegaron fuerte, estuvieron: “Tenemos un Estado con poca o nula capacidad para atender sus obligaciones. Nos acostumbramos a vivir así, y hasta pensamos que era normal, no lo es, no puede ser. El modelo de inclusión social y crecimiento que tanto habló el Gobierno anterior nos llevó a la pobreza y la exclusión”; “Hoy Argentina es un país próspero para los narcotraficantes, nuestras fronteras están indefensas y nuestra capacidad de defensa es escasa porque hay aviones que no vuelan y barcos que no funcionan. Somos un país que recibe droga, la transforma, la vende internamente y la exporta”; y “Hemos encontrado un Estado plagado de clientelismo y un Estado al servicio de la militancia política y de destrucción de la carrera de los trabajadores públicos”.También hizo importantes anuncios ligados a la quita del IVA a la canasta básica de alimentos, a la incorporación de más beneficiarios de las asignaciones familiares (limitadas hoy según los ingresos del trabajador y si el empleo es en relación de dependencia); prometió cambios en el repudiado impuesto a las Ganancias y la llegada al 82% móvil para jubilados; el fortalecimiento de la Oficina Anticorrupción; y la propuesta de una ley de Acceso a la Información Pública nacional en el marco de su perfil de “gobierno abierto”.Los buitres esperanA los legisladores les pidió con urgencia el tratamiento de dos proyectos que el PRO y sus aliados necesitan para cerrar un preacuerdo alcanzado con los fondos buitre más duros de convencer. Al punto que este viernes fue el ministro de Hacienda Alfonso Prat-Gay para tratar la derogación de las leyes “Cerrojo” y de “Pago Soberano” que podrían tener dictamen la semana que viene de las comisiones de Presupuesto y de Finanzas. La última tiene 31 miembros y la de Presupuesto y Hacienda, 49, y en ambos casos la mayor cantidad de diputados pertenece al interbloque oficialista, Cambiemos que ahora cuenta con el apoyo de la nueva bancada del PJ, distancia del kirchnerismo. Mientras que el bloque del Frente para la Victoria, el más duro opositor a esta iniciativa, es la segunda fuerza con más número de representantes. Durante la exposición de Prat-Gay se dio un duro cruce con el exministro Axel Kicillof quien ratificó la oposición a las iniciativas oficiales: “Dicen que si se endeudan no hay ajuste. Porque la inflación teóricamente viene por emitir pesos. Pero van a emitir los mismos pesos para comprar los dólares que entren. ¿O a los gobernadores les van a dar dólares? No, les van a dar pesos. ¿Al final el grado de emisión no es el mismo, con o sin ajuste?”, cuestionó.La respuesta no se hizo esperar. El actual titular del Palacio de Hacienda le dijo: “Axel, los bancos son los mismos que vos contrataste en su momento y les pagaste mucho más. La única negociación que cerraste fue con el Club de París, y pagaste el 100% de la deuda, negociaste a tontas y a locas, en 48 horas cerraste todo. Pagaste todos los punitorios y no entró una sola inversión después de ese acuerdo. Además, no sé si Paul Singer festeja o no este festejando el acuerdo que estamos por firmar, pero el que seguro sí festejó fue Antonio Brufau (ex CEO de Repsol-YPF) con todos los bonos que les diste por la indemnización de la expropiación”. Prat-Gay siguió: “Ahora Kicillof se preocupa por la inflación, y por la emisión de pesos. Pero no por los pesos que el BCRA le regalaba al Tesoro. El ajuste de la inflación es el que queremos evitar. Además, si sobran pesos por vender dólares, eventualmente podemos comprar dólares”.De mantenerse el apoyo del massismo y los ex FpV, el Gobierno conseguiría los votos para cumplir con el fallo del juez Griesa que ató una resolución favorable a Argentina, a la derogación de las mencionadas normas.La herencia de ClossLa bronca de los usuarios de la deficitaria Emsa no cesa. Para mañana está prevista una nueva marcha en la plaza San Martín, frente a la empresa desde las 20 para reclamar una refacturación del consumo de enero (aún subsidiada por la Nación) y repudiar el tarifazo provincial revelado ayer por este Diario, aplicado en un 30% sobre el aumento de Cammesa sin subsidios. Es decir, un aumento sobre otro aumento. Una desconsiderada medida de la administración clossista de Emsa en manos de Sergio “Pity” Ferreyra” en el caluroso verano.Pero que Emsa esté en el estado en que se encuentra es una gran responsabilidad del exgobern
ador Maurice Closs, que -por si algo faltara- salió por las redes sociales a defender la suba del precio de la energía.Durante ocho años, el ahora diputado nacional (hijo predilecto del modelo K) no sólo no consiguió que el gobierno de CFK cumpliera con los pagos para mantenimiento de obras, sino que respaldó el desmanejo de la administración de Emsa, realizando varias veces al año, millonarios aportes con el dinero del Estado para mantener a la deficitaria.Sin embargo, ahora Hugo Passalacqua es quien -lapicera en mano- tuvo que afrontar las consecuencias de años y años de mala gestión. Será el actual mandatario el que deba encontrar un punto intermedio entre el financiamiento de Emsa y el bolsillo de la gente. Porque el golpe fue muy duro y como se anticipó domingos atrás, las facturas en muchos casos son impagables no sólo para usuarios domiciliarios sino para comerciantes y pequeños industriales.Mientras tanto Closs, llamado obligatoriamente a silencio, mira desde lejos (como le gustaba hacer con el helicóptero), desde Buenos Aires y con jugoso sueldo, el drama generado por el tarifazo eléctrico contra los misioneros.Un sumario fuera de lugarAl Consejo General de Educación le molestó que una directora de Eldorado defendiera a su comunidad a pedido de los padres, para conseguir mobiliario para el dictado de clases en un nuevo edificio construido por la provincia (ya que estaban educando en un quincho comunitario). Marcela Da Silva está a cargo de la Escuela 896 y se encontró el 25 de febrero con un hermoso edificio sin bancos ni sillas.En septiembre de 2015 inició los pedidos de mobiliario, previendo las nuevas instalaciones. Y reiteró ese pedido el 29 de febrero, siempre respetando la vía jerárquica de la Supervisión. El tema fue tapa el 3 de marzo de este Diario porque un colaborador periodístico avisado por los padres, encontró a los alumnos sentados en el piso.Educación dijo que la primera nota de la directora llegó el 29 de febrero. Supervisión la acusaría de entrar al edificio sin permiso (?). Y de paso, el CGE que dirige Mauricio Maidana, la sumarió y pretende sancionarla, todo por defender a una comunidad y cumplir con su trabajo.
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