La Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTA-A) Misiones advirtió al Ministerio de Salud Pública provincial sobre las malas condiciones en las que se desempeñan los trabajadores de la salud y la sobreexigencia que sufren en el marco de la actual epidemia de dengue. En una carta dirigida al ministro de Salud, Walter Villalba, el secretario general de la CTA-A, Jorge Duarte, manifestó su preocupación por el “crecimiento alarmante del número de personas afectadas por el dengue”. Señaló además que “si bien se declaró la Emergencia Epidemiológica y Sanitaria” las acciones de prevención y promoción que se vienen realizando resultaron “insuficientes” ante la aparición de esta epidemia. La organización gremial admitió que contribuyen a la complejidad del problema “las dificultades para que la población se involucre de modo activo y responsable en las actividades de prevención”.En cuanto a los trabajadores del sector, que están al frente de la batalla contra el dengue, advirtieron que “deben contar con determinadas garantías, propias de los derechos laborales como estabilidad, salarios dignos y un ambiente laboral saludable, en principio. Como así también, implementar programas de capacitación para el equipo de salud en sus distintos niveles, conjuntamente con un programa de educación para la salud para la comunidad en riesgo sin dejar de lado una permanente vigilancia epidemiológica en la zona, teniendo en cuenta la situación existente en los países vecinos”. Planta permanente sin crecimientoAl analizar la actual relación laboral de los trabajadores de la sanidad, la CTA-A parte de un dato concreto: la falta de crecimiento de la planta permanente del sector. “El Ministerio de Salud Pública ha mantenido en los últimos 10 años una planta permanente prácticamente estable, cuando en el mismo período otros sectores como los maestros y las fuerzas de seguridad incrementaron su planta considerablemente”, precisaron.El aumento mayor se observa en el recurso humano policial que pasó de 6.067 agentes en 2007 a 11.871 en 2016, es decir que casi duplicó el plantel de seguridad. También la cantidad de docentes creció en la última década, pasó de 13.140 maestros en 2007 a 17.899 en 2016. El único sector donde se redujo el recurso humano de planta permanente es la Salud Pública, que pasó de 5.191 trabajadores en 2007 a 5.144 en 2016. Pero según advirtió la CTA-A “esta aparente estabilidad en la planta permanente de trabajadores es solo un corte de la realidad, porque se incorporó recursos humanos por diversos mecanismos de precarización”.En este contexto, la organización sindical indicó al ministro Villalba que “esta Emergencia, además de ser un desafío para el equipo de salud, es una oportunidad para regularizar la situación laboral de la totalidad de trabajadores del área, garantizándoles sus derechos laborales e incorporándolos en planta permanente. En esta situación de precarización, se encuentran los promotores de salud, los trabajadores del Parque de la Salud, médicos comunitarios, enfermeros… son aproximadamente un total de 3.500 trabajadores, entre ellos algunos que llevan más de 10 años en esta condición, asumiendo roles que son competencia de trabajadores estables”.Repelentes y medicamentos La CTA-A solicitó además a Villalba que el Ministerio a su cargo provea medicamentos y repelentes que se utilizan para el tratamiento y la prevención de esta enfermedad. “Sería oportuno que la planta elaboradora de medicamentos del Ministerio de Salud Pública elabore las fórmulas a base de citronela, propuestas por el Colegio de Farmacéuticos, dando una mayor cobertura a las familias más desprotegidas”.Asimismo, sugirieron que, dada la “actitud inescrupulosa e insolidaria” de algunos comerciantes, quienes han visto en esta epidemia la posibilidad de “hacerse la América cobrando precios exorbitantes y vendiendo productos de dudosa calidad”, correspondería que Salud Pública como autoridad en la emergencia sanitaria instruya a las municipalidades y otros organismos, para que a través de sus área de competencia inspeccione y tome las medidas pertinentes con los comerciantes que remarcan precios de los productos que la población utiliza para su defensa frente al dengue, y que así mismo verifique la composición de los productos.
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