El Consejo de Profesionales de Ciencias Económicas se reunirá este martes en comisión para definir los pormenores de la auditoría externa -si es que decide realizarla- sobre las finanzas de la empresa Electricidad de Misiones Sociedad Anónima (Emsa), según el encargo del gobernador Hugo Passalacqua. No será una decisión fácil, puesto que todos los ojos de la ciudadanía estarán puestos sobre el desempeño de los profesionales que el Consejo designe para tal fin, según los términos de la misiva que les envió el primer mandatatario el pasado jueves, el mismo día en que dio a conocer la intención de auditar los números de Sergio Ferreyra, el polémico funcionario clossista que se encuentra al frente de la distribuidora de energía y sobre el cual recaen las sospechas de mala administración.La entidad de los contadores también deberá definir el método de auditoría que utilizará, ya que podrían remitirse únicamente a verificar el correcto asiento de los registros de contabilidad, o ir más allá y verificar que cada gasto se corresponda con una inversión real, que cada compra se haya realizado por los mecanismos correspondientes y que cada proveedor realmente exista y haya ofertado insumos al mejor precio.Esta revisión de fondo es la que esperan los usuarios y clientes de la prestataria dado el enorme déficit anual que Emsa acumula año a año y el peso insostenible de sus gastos administrativos, cuatro veces superiores a los de otras distribuidoras de energía provinciales con similar cantidad de usuarios. Usuarios quieren participaciónA partir del pedido de auditoría externa y reducción de gastos internos en Emsa que hizo el gobernador de Misiones, los usuarios autoconvocados que pueblan las distintas plazas de Posadas y de la provincia, además de mantenerse firmes en contra del tarifazo y en reclamo de una tarifa diferencial para Misiones a nivel nacional, también quieren tener presencia como consumidores en la auditoría ordenada por el primer mandatario. “Nosotros necesitamos también estar dentro de la auditoría con vecinos que sean realmente independientes, profesionales y técnicos del tema. Hablamos de contadores, de ingenieros”, señalaron. Justamente, la inquietud de los autoconvocados pasa por asegurar que la auditoría no sea un “remedo” de control que termine por validar una gestión fuertemente cuestionada. “La ineficiencia y la corrupción la pagamos los usuarios” sostienen, de allí que exijan que no sólo se devele el origen de los desastrosos pasivos de Emsa, que no sale a flote pese a recibir millones de Rentas Generales mes a mes, sino que además se delimiten las responsabilidades y se realicen las denuncias penales pertinentes. Según los últimos datos conocidos, Emsa tiene un “rojo” promedio de 480 millones de pesos por año y mensualmente requiere 60 millones para pago de sueldos.
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