Un reciente estudio económico a largo plazo afirma que 2016 será un año con altos índices inflacionarios. El informe señala que la inflación baja al 2%; 1,5% y 1% mensual en el segundo, tercero y cuarto trimestre, con lo que la inflación anual sería del 34%, con una variación interanual del 29% a fines de diciembre 2016. El análisis de la consultora Economía & Regiones deja en offside las proyecciones oficiales que apuntan a una inflación de no más del 25% para todo el año. Y no se trata de un análisis de algún kirchnerista despechado con ansias de dar vuelta la historia. El estudio salió de la misma consultora fundada por el actual ministro del Interior, Rogelio Frigerio. Pero a la luz de la realidad, el propio discurso oficialista sobre la inflación fue cambiando y puertas adentro del macrismo ya casi nadie se refiere a la pauta del 20% al 25% para el presente año. Además, se insiste con otra de las consignas del inicio, aquella que divide a 2016 en dos mitades. Un primer semestre con un repunte de los precios por el sinceramiento de algunas variables reprimidas por el gobierno anterior (en especial, los subsidios) y una segunda mitad en la cual se evidenciará una desaceleración de la inflación, en gran medida porque el “trabajo sucio” ya fue realizado.El cumplimiento de esta segunda variante, dependerá de la capacidad de todas las áreas de Gobierno para enfrentar factores que apuntan a acelerar la inflación y a frenarla. La duda ahora pasa por algo más que shock o gradualismo: en junio del año que viene comenzarán las campañas por la elección de medio término. En el gabinete de Macri serán modernos pero no tontos y evalúan cómo distribuir tantos aumentos tarifarios lo más lejos de esa época.Los millones de pesos en juego son demasiados como para esperar que la inflación llegue al 25% anual en diciembre. El primer trimestre amenaza con cerrar en torno al 13%, y deja un margen estrecho para cumplir con la pauta, una pauta cada vez más difusa.
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