La producción porcina crece como una alternativa rentable para la agricultura familiar, según lo señala un trabajo de investigación realizado por la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Las claves para producir más: alimentación e infraestructura. Sebastián Fajardo, técnico de la Oficina de Desarrollo local del Inta destacó que el margen bruto anual para 10 madres en producción es de aproximadamente 45.000 mil pesos. Debe tenerse en cuenta que para llegar a estos números es muy importante elementos como el asociativismo y la producción de alimentos balanceados, entre otros. Guido Principi, del equipo de extensión de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNLP, afirmó que “el bajo costo de producción por kilo de producto, la baja incidencia del capital fijo y las mejoras, sumado a la poca superficie necesaria hace de la producción porcina una alternativa interesante para la agricultura familiar, ya sea para venta o autoconsumo”. Un tema clave para avanzar en una mejor rentabilidad es la infraestructura. En este sentido la mayor problemática que se presenta en este grupo de pequeños productores es la falta en infraestructura y los costos de alimentación, así se desprende del Análisis de datos de extensión con productores familiares de cerdos.No obstante en la misma investigación se agrega como punto favorable en el rubro alimentación la organización de los productores quienes podrían realizar compra conjunta de alimento o insumos para su fabricación lo cual mejoraría los costos de producción y los índices productivos. En cuanto a la comercialización aparece como una ventaja la cercanía a los centros urbanos. En este sentido, es conveniente capacitarse sobre los alimentos más comunes para el cerdo, conversión alimentaria, ganancia de peso, alimentación en diferentes etapas, análisis económico, índices y registros productivos y reproductivos, y costos de producción. Según los técnicos, la alimentación en los establecimientos es variada, siendo los insumos de mayor uso el maíz (73%), subproductos (66,6%) y dietas comerciales (40%). “La agricultura familiar es una forma de vida y una cuestión cultural que tiene como principal objetivo el desarrollo social de la familia en condiciones dignas. Dentro de este tipo de producción, la producción porcina familiar juega un rol importante tanto del sustento socio-económico de las familias como en la oferta de alimentos al mercado regional”, explica el trabajo de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNLP. Venta directa El trabajo incluyó la selección de 15 establecimientos familiares donde se determinó que 93% de los encuestados son propietarios de la tierra en la que llevan a cabo la explotación agrícola, mientras que el 6% restante alquila. Del total de encuestados el 93,3% aprovecha parte de la producción para autoconsumo. En cuanto a las ventas, el principal producto que se comercializa es el lechón, siguiéndole cochinillos y capones. El 73,3% de los productores comercializa sus productos mediante la venta directa y el 6,6% envía a frigorífico. Los índices productivos indican que el 86,6% obtienen entre 1-2 partos/hembra/año y el 6,6% restante mayor a dos. El 60% expresa más de 10 lechones nacidos vivos, el 73,3% mayor a 8 lechones destetados de los cuales lo hacen, en el 40% de los casos, con menos de 30 días. “El asesoramiento veterinario, el trabajo conjunto con el productor y la aplicación de tecnologías de proceso, juegan un rol fundamental para el desarrollo del sector”, indicó Príncipi. Se resalta la importancia del trabajo conjunto entre productores, técnicos e instituciones para elaborar planes de acción conjunta y definir estrategias de mejoramiento que permitan fortalecer la producción y el sector. Desde hace unos años, la tarea principal está enfocada en garantizar la inocuidad de los productos. En este sentido, se profundizan progresivamente los diagnósticos sanitarios en el territorio.
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