Un trabajador del Mercador Central fue detenido ayer, viernes, por su presunta vinculación con el asalto a un comerciante de 41 años, perpetrado en los primeros 30 minutos del 21 de marzo pasado, al que balearon por la espalda para robarle una importante suma de dinero en efectivo, cheques y vales de combustible.Ahora los investigadores sospechan que la víctima, aparente propietaria de un local de ventas de verduras ubicado en calle Florencio Sánchez, entre avenida Uruguay y Herrera, fue “marcada” en ese organismo estatal. Los responsables del brutal ataque estaban al tanto de los movimientos del comerciante y sobre todo, que movía dinero. Ayer trascendió que este hombre, que sufrió dos impactos de bala calibre 22 en la espalda, probablemente no recupere la motricidad.Los delincuentes no tuvieron piedad y el único objetivo que guió su accionar fue asesinar a la víctima, para que no quedaran testigos.Ayer, con autorización judicial mediante, la Policía allanó tres domicilios en los barrios Malvinas, San Jorge y 2 de Febrero, en jurisdicción del municipio de Candelaria. En uno de ellos fue aprehendido un sospechoso, de 24 años, sindicado como uno de los hombres que asaltó y baleó a Álvaro C; como la Policía identificó poco después al herido.La versión oficial indicó, en las primeras horas de investigación, que el comerciante se resistió tenazmente a perder lo que, con tanto esfuerzo, consiguió. Es decir, un bolso con una importante suma de dinero en efectivo, cheques y vales de combustible.Sin embargo, PRIMERA EDICIÓN pudo establecer que, en realidad, Álvaro C. no ofreció oposición en virtud de que estaba en inferioridad de condiciones, frente a dos criminales armados.Estaba de frente a uno de ellos y ya le había pasado el bolso con el dinero y otros valores cuando escuchó las detonaciones por la espalda.Dos proyectiles calibre 22 impactaron en la espalda aunque los disparos habrían sido más, cuando él ya estaba en el suelo, completamente indefenso.Una vecina escuchó las explosiones de metal y alcanzó a ver el vehículo en que los dos asaltantes se daban a la fuga.Con esta información, más las imágenes que habría registrado una cámara de seguridad de la zona, brindada por allegados a la víctima, la Policía estableció que los responsables podrían ser de la antigua capital provincial.Los criminales escaparon con un botín de 25 mil pesos en efectivo, unos 700 mil pesos en cheques y vales de combustible por otros diez mil.El aporte de los familiares habría sido decisivo para el avance de la causa. No se sabe cómo, pero pudieron establecer la estación de servicios donde los malvivientes cargaron nafta. Así accedieron a las imágenes de sus rostros.Con este cúmulo de información, los investigadores se decidieron a allanar los tres domicilios de Candelaria.Por el momento, la causa que instruye el juez Marcelo Cardozo tiene un detenido. El otro sospechoso permanecía prófugo, al menos hasta el cierre de esta edición. No obstante, ya estaría identificado.La ola de asaltos y crímenes producida en las últimas semanas en Posadas y localidades del interior invita a la población a tomar los recaudos necesarios a la hora de ventilar información relativa al manejo de importantes sumas de dinero. El crimen espía y acecha desde cerca.Se trata de gente impiadosa que está alerta las 24 horas al más mínimo movimiento para asestar el zarpazo. Se valen de informantes tan temibles como ellos. Están atentos al menor dato o movimiento para saber quién circula con dinero o el lugar dónde lo guarda. El asesinato de Juan Carlos Scholz en San Ignacio es reflejo de esa realidad. El crimen mata en forma espeluznante, ahora y aquí. Indicios que marcaron el rumbo del casoLas detonaciones sonaron con estridencia en la solitaria madrugada del lunes 21 de marzo, en inmediaciones de lo que se conoce como la Placita de Villa Urquiza.Una vecino escuchó, se asomó al exterior y alcanzó a ver el vehículo en que escaparon los malvivientes. Así, los investigadores pudieron saber que se trataba de un Ford Escort bordó, modelo viejo.Ese vehículo, precisamente, fue secuestrado el viernes en uno de los allanamientos llevados a cabo en Candelaria. En la oportunidad también se incautó un rifle, aunque se desconoce si tiene alguna vinculación con la autoría material del hecho.Un dato alentador para el esclarecimiento absoluto del luctuoso episodio es que los pesquisas encontraron vales de combustibles que intentarán determinar si son parte de los que robaron a Alvaro C.
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