“Somos el pueblo que más se ha perjudicado con la construcción de la Represa Urugua-í. Hemos perdido la mayor extensión de tierra productiva, perdimos innumerable cantidad de especies de la fauna y de flora. Por esto, como comunidad, vamos a reclamar lo que nos corresponde” señaló Mónica Zárate, una de las organizadoras. Los autoconvocados buscarán obtener una reducción significativa de las tarifas eléctricas que pagan los vecinos de la localidad, un equivalente a la “energía al pie de presa”. “Urugua-í abastece al 30% de la demanda de la provincia y Emsa nos cobra como si comprara esa energía en el Mercado Mayorista Eléctrico. Nuestro territorio y nuestros recursos generan esa energía y los habitantes no podemos crecer por el costo desorbitante de la luz. La localidad necesita un reconocimiento y la posibilidad de generar trabajo”, refirieron..
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