No es fácil comenzar los lunes. Y Mitre lo sintió. Luego del diluvio del domingo, el lunes el “auriazul” recibió en su estadio a los formoseños de Argentino del Norte de Clorinda y cerró la jornada con preocupación, tras igualar 1 a 1 en un partido cargado de situaciones y en el que pudo ganarlo como perderlo.El encuentro, correspondiente a los cuartos de final de la zona de ascenso 2 del Torneo Federal C, se jugó en un campo de juego que no sintió el castigo del agua, pero el local no pudo ejecutar su habitual plan de “buen fútbol”.Mitre arrancó dormido y el rival no desaprovechó la oportunidad. Así, cuando el reloj no había llegado a los 2 minutos, un descuido defensivo terminó en el primer gol de la visita. Fue en una jugada que llegó por la izquierda, Javier Acosta le ganó la espalda a Florentín y envió un centro que superó al marcador central, donde apareció solo en el segundo palo Elías Figueroa. El delantero tuvo tiempo para controlar y definir sin dudar.Fue un golpe inesperado, pero quedaba mucho por delante. El equipo de Bruno tardó diez minutos para entrar en partido. Y?cuando calentó motores comenzó a desequilibrar. Cada vez que lateralizó el juego estuvo cerca del gol. Así, a los 13’, una jugada perfecta por el sector derecho terminó en la merecida igualdad.Florentín salió jugando del fondo, Fesztein bajó a pivotear y encontró a Cabrera avanzando por el lateral. El volante, una de las figuras de la tarde, desbordó y envió un centro perfecto a media altura para que Sánchez Ocaña abra el pie y defina con mucha categoría. El 1 a 1 devolvió la tranquilidad al público local que llegó en buen número, a pesar del día laboral.Los dirigidos por Bruno Smorczewski siguieron su plan de ataque y presión, pero cometieron muchos errores en salida y alambraron varias veces. Porque los delanteros Figueroa y Robert Sosa fueron un dolor de cabeza constante. A tal punto que una falla defensiva a los 32’ encontró solo a Figueroa, quien eludió al arquero y pateó al arco, donde apareció con lo justo Franco Semino y la sacó en la línea.En el entretiempo, los interrogantes pasaban por el aspecto físico. Porque Mitre marcaba diferencia en la velocidad del juego, pero sin efectividad. Sin embargo, el regreso, la historia no fue la que se esperaba.Smorczewski movió las piezas y mandó a la cancha a Rodrigo Pérez en lugar de Lucas Florentín.El objetivo era ajustar los tiempos en defensa y darle creatividad al medio. Pero nada de eso se notó.Más tarde salió Fabián Sosa y Mitre perdió la “cabeza”. Porque Ulises Silveira lo reemplazó con la idea de pesar en ofensiva, pero esta vez no gravitó. Las ideas de ataque se nublaban cuando la pelota llegaba a la mitad de la cancha. Para colmo, la visita mostró temple para aguantar el resultado y salió de contra. Argentinos estuvo cerca varias veces, pero Javier Galeano apareció con autoridad para controlar situaciones comprometida. Figueroa y Sosa fueron un verdadero dolor de cabeza. En la visita hubo un trabajo firme de Emanuel Resquín y Gerardo Ferreyra, con una constante colaboración de los volantes Pedro Almeida y Nelson Gutiérrez.Dudas y broncaCon impotencia, sabiendo que el empate es un resultado preocupante, Mitre fue al frente y tuvo chances claras que no concretó. Ulises Silveira, Martín Pérez y Franco Semino quedaron con el grito atragantado.?Este último con un zurdazo de afuera del área que el arquero Raúl Franco tapó increíblemente, la pelota pegó en el travesaño y después en la espalda del arquero y salió afuera. Increíble.Sin embargo, la tarde tuvo una jugada polémica que pudo haber cambiado la historia. Porque Silveira desbordó y metió un centro al segundo palo, donde apareció Matías Fesztein y cabeceó hacia el medio. Apareció Sánchez Ocaña y la mandó al fondo de la red. El abrazo de gol fue inmediato, pero el juez de línea levantó la bandera y dejó a todos con el grito atragantado.Los últimos minutos se vieron envueltos en la “maña” de los visitantes, que se tiraban al piso casi en todas las jugadas, por supuestos golpes o por cansancio. El árbitro, muy pasivo en ese sentido, no sacó tarjetas y adicionó poco en relación al tiempo de “actuación” de los formoseños.El pitazo final llegó con el festejo de la visita y con cara de preocupación en los locales.La revancha será el domingo en Clorinda, en un estadio difícil y que seguramente estará colmado. Ahora, con la experiencia de ayer, Smorczewski podrá elaborar una estrategia para encarar la segunda y definitiva batalla. Como en fases anteriores, el “auriazul” buscará corregir errores y refrescar conceptos, siempre con una premisa clara: “ganar o perder, pero atacando”.Fotos: M.Colman
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