Los misioneros no cuentan con la posibilidad de acceder al gas natural por la falta de las obras del tan prometido Gasoducto del NEA y deben conformarse con el envasado en garrafas, que en los últimos días aumentó su precio entre el 20 y el 30% y se estima que podría seguir el incremento con el correr de los meses. En las estaciones de venta de esta ciudad, la garrafa de 10 kilogramos cuesta unos 90 pesos, mientras que las de 45 kilos se cotizan en 700 pesos. En el primero de los casos, el precio es “a retirar” de las bocas de expendio, mientras que con el servicio a domicilio el valor asciende a 120 pesos e incluso en algunas empresas con el envío, se cotizan en 150 pesos. “Si vienen a retirar de la empresa cuesta 90 pesos, pero si tenemos que enviarlo a los hogares está 120”, confió un empresario del rubro a PRIMERA EDICIÓN. “Los precios a domicilio dependen de cada empresa proveedora, pero la mayoría está en la franja de los 120 a 150 pesos, porque de otra manera la gente prefiere ir a comprar a las distribuidoras”, aseguró una fuente de una distribuidora ubicada sobre la avenida Quaranta. En tanto, también hay precios varios entre los pequeños comercios barriales, donde la garrafa de 10 kilos cuesta por encima de los 100 pesos e incluso superan los 150. La fuente consultada aseguró que el aumento mayor se dio luego de conocer las subas dispuestas por el Ministerio de Energía, porque todas las partes intervinientes tuvieron que incrementar sus valores, siendo el transporte la mayor problemática del sector. Los empresarios aseguraron que por ahora se mantendrán estos valores, pero no se descarta que vuelvan a aumentar en los próximos meses. Incluso, hay algunos repartidores que anticipan a los clientes que “no se asusten si sigue subiendo el gas”. Desde el sector empresarial estiman que, de confirmarse la quita de subsidios que planifica el Ministerio de Energía a los productores de gas butano, las garrafas aumentarían aún más sus valores por encima del 100%. SubsidiosHace más de un año que el Gobierno nacional decidió dar por terminado el subsidio al gas envasado que en ese entonces costaba sólo 16 pesos y como ocurre generalmente los precios “se dispararon por las nubes”, con un incremento mayor al 500%. Fueron varias semanas de incertidumbre, hasta que el Gobierno estableció un valor para la venta en las distribuidoras centrales. A más de un año, los empresarios del rubro afirman que el sector está nuevamente encaminado, con precios “reajustados”. No obstante, algunos comerciantes esperan un “guiño” de la Nación, a la que solicitan una tarifa diferenciada del gas envasado para los misioneros, argumentando las diferencias abismales que se pagan en esta región comparado con las provincias donde sí cuentan con gas natural. “Los aumentos perjudican a todos, porque todos somos consumidores del gas en garrafa. Es un servicio prácticamente básico en cada casa. Entonces, los comerciantes necesitamos contar con tarifas bajas para poder vender más y también para obtener mejores ganancias”, aseguró el dueño de una distribuidora. Los empresarios consultados expresaron que cada vez que hay aumentos de precios, las ventas se paralizan “un poco”. Pero después se vuelve a normalizar la comercialización.“Cuando se quitó la garrafa social, la gente empezó a comprar todos los envases que tenía guardados y eso hizo que las venta bajaran de manera considerable en los meses siguientes, sin embargo, ahora está otra vez estabilizado”, dijo una fuente consultada, que no descartó la posibilidad de que mucha gente, sobre todo en zonas rurales, utilice más leña en lugar de gas. Mientras continúan los reacomodamientos de precios, casi siempre los más perjudicados son los sectores más vulnerables sin acceso a las redes.
Discussion about this post