Los primeros minutos del 25 de marzo de 2013 se vieron sacudidos por el estruendo de lo que parecían disparos de armas de fuego. Los vecinos de Miguel Lanús no se equivocaron. Eran, efectivamente, los tiros que explotaban al aire, efectuados por los policías que frustraban, en ese preciso instante, el robo de diez fusiles FAL de la armería del Instituto Superior de Formación Técnica Profesional (Isfotep) de la Policía de Misiones.Los responsables, un agente de la fuerza de seguridad provincial y su cómplice, de oficio carpintero, eran detenidos y puestos a disposición del Juzgado de Instrucción 7 de Posadas, en ese entonces a cargo del magistrado José Alberto López.Ambos fueron rodeados por unos treinta efectivos del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) y otras dependencias policiales, que los seguían en forma encubierta desde la tarde anterior, sin otra alternativa que deponer las armas y entregarse.Con el devenir del tiempo, ambos fueron procesados. Sin embargo, sólo el exagente de policía se sentará en el banquillo de los acusados.Según consta en el expediente, la causa en el caso del carpintero prescribió y por ende, no irá a debate oral y público.El ahora expolicía Tiago Rodrigo Stiegelmeier afronta cargos por los delitos de “cohecho activo y hurto agravado en grado de tentativa por ser miembro de una fuerza policial en concurso real”.Fuentes de PRIMERA EDICIÓN confirmaron que el expediente ingresó al Juzgado en lo Correccional y de Menores Nº 2 de Posadas, a cargo del magistrado César Raúl Jiménez.Al tratarse de un delito que contempla un mínimo de prisión en suspenso (tres años o menos); la causa pasó a ese fuero donde el Tribunal es unipersonal.En este contexto no es descabellado pensar que el acusado acuerde la celebración de un juicio abreviado, para evitar el escarnio público y porque las pruebas en su contra son contundentes.Lo que resta fijarse es la fecha de inicio de las audiencias.La fiscal, en el requerimiento de acusación, indicó que Stiegelmeier habría pagado $10 mil al policía que, la noche del 24 de marzo de 2013, estaba de guardia en el Isfotep para que lo dejara ingresar y llevarse las armas.Jamás pensó que el sargento al que intentó sobornar entregaría el dinero y contaría los pormenores del plan a sus superiores;?que montaron un operativo encubierto, con presencia del juez de la causa, para frustrar el robo.Esa noche, en los primeros minutos del 25 de marzo de 2013, la Justicia aprehendió a los sospechosos, secuestró una moto Honda Tornado 250, un VW Gol, la suma de 2.000 dólares y 470 pesos; además del arma reglamentaria del entonces agente de policía.
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