Lo que menos quiere hacer un trabajador es salir a cortar una ruta, lo que quiere es trabajar y ganar lo que corresponde sin tener que mendigar y mucho menos molestar a otras personas. Sin embargo, cuando los que tienen el poder de resolver los conflictos sociales no escuchan es que surgen este tipo de medidas como último recurso.El lunes un grupo de obreros de la firma de esta localidad decidieron volver a la ruta en reclamo de mejoras laborales. La empresa solamente está trabajando tres días por semana, lo que representa para los trabajadores una caída inaguantable en sus salarios.Así lo aseguró a PRIMERA EDICIÓN, el delegado Alejandro Fretes: “la situación sigue muy mal y no estamos teniendo respuesta en ningún sentido, ya no podemos seguir aguantando, por eso si no nos escuchan vamos a continuar con estas medidas, hasta que los que nos tienen que escuchar nos den respuestas”, explicó.Esta es la segunda medida de este tipo que llevan adelante los trabajadores del sector en lo que va del mes. La primera fue convocada por el Sindicato de Madereros, que en esta oportunidad solamente acompañó a los trabajadores que tomaron la posta en los reclamos, sin intención de confrontar ni con el sindicato ni con la patronal, según explicó Fretes: “informamos a la empresa y al sindicato, y nos entienden, esto que hacemos es por el bien de todos para que la cosa mejore para todos”; contó.La medida dio inicio poco después de las 9 y se extendió hasta las 13 aproximadamente con cortes intermitentes de media hora o cuarenta minutos y luego liberaban. Para ello contaron con el acompañamiento de Gendarmería Nacional. “Nosotros lo que pedimos es que se reactive el trabajo, esto no es contra la empresa ni contra nadie, sólo queremos trabajar normalmente y esto se está poniendo cada vez más difícil, la canasta familiar, la luz, el agua, el alquiler, la salud, la ropa, todo afecta y trabajando 6 días en la quincena es imposible, ya estamos por debajo de la línea de pobreza”, contó Fretes.Con respecto a la reunión que habrían tenido referentes gremiales y el Gobierno la semana pasada en el Ministerio el Agro y la Producción, Fretes aseguró que a ellos nadie le informó de nada y que no los tienen en cuenta, por eso piensan en continuar con medidas de este tipo hasta ser escuchados.Además de los trabajadores madereros, también fueron acompañados por referentes y docentes del MPL. Jorge López: “Sólo quiero que mis hijos puedan estudiar”Los fríos números no cuentan la realidad. Es contada cuando se pone nombre y apellido. Ayer unos 100 obreros se manifestaron y cada uno de ellos tiene una historia, una situación personal.Jorge López podría ser un número más, pero hoy es una historia, es uno de los trabajadores de la firma Hennter y ayer estaba en el corte de ruta, aunque fuera de la fábrica tiene mucho trabajo gracias a un emprendimiento que lleva adelante con su esposa. Sin embargo, sintió la necesidad de reclamar por su fuente laboral y en solidaridad con sus compañeros: “soy empleado hace 27 años y ahora estamos pasando mal, algunos compañeros están peor y yo estoy principalmente para acompañarlos porque esto ya pasó anteriormente y hay que estar todos juntos, que más personas nos apoyen, solamente así vamos a poder ser escuchados”, expresó a PRIMERA EDICIÓN.Casado, padre de dos varones de 8 y 20 años, y como en la fábrica operan solamente tres días por semana, el resto de los días, con su señora, hacen caburé y él sale a vender por la calle, barrio por barrio, incluso los domingos: “gracias a Dios tenemos salud y podemos trabajar todos los días, principalmente los fines de semana que tengo todo armado mi recorrido” explicó.El emprendimiento de Jorge y su señora es la forma de financiar un proyecto aún más importante: el estudio universitario de su hijo que está cursando segundo año de Arquitectura en Posadas. “Todo el esfuerzo de nuestra pequeña empresa apunta a nuestro hijo, para que pueda terminar sus estudios y salir adelante en la vida. Por suerte él ve nuestro esfuerzo y también pone su parte, se esfuerza con nosotros y le va muy bien en el estudio así que eso también nos pone muy felices como padres; él se da cuenta que lo único que nosotros le podemos dar es esto, y hace su parte. Nos tocó un hijo muy bueno y nos sentimos muy orgullosos”; contó. Cuando su hijo mayor estaba en la secundaria el matrimonio notó que el chico era dedicado con el estudio y diseñaron esta idea. El emprendimiento le permite obtener los más de seis mil pesos mensuales que necesitan para que su hijo pueda continuar sus estudios y ser un profesional.Detrás de cada trabajador reclamando mejores condiciones laborales hay niños y jóvenes cuyos derechos son incumplidos con la inestabilidad laboral de sus padres."¿Qué me gustaría? Que mi familia pueda estar bien, que mis hijos puedan estudiar y que nosotros podamos tener la salud suficiente para poder verlos crecer y que cumplan sus metas. Como trabajador, con eso ya voy a estar contento”, finalizó.
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