Tras el allanamiento efectuado el pasado viernes y que derivó en el <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/222863/cautivas-en-un-sotano-tres-nenas-eran-sometidas-a-la-servidumbre-sex.html">rescate de tres menores víctimas de trata de personas</a>, siguen surgiendo escalofriantes detalles con respecto al posible modus operandi del sospechoso detenido. Se cree que al menos tres o cuatro pequeñas de una edad promedio de 12 años, todas pertenecientes a la comunidad aborigen mbya guaraní, habrían estado cautivas en la vivienda del presunto depravado, aunque por estas horas los pesquisas continuaban recabando datos en la zona para tratar de ubicar a estas chicas, con el objetivo de no descartar ningún tipo de pista. Surgió tras conocerse un informe reservado de la Policía de Misiones que sigue la pista de que antes de que fueran raptadas las menores rescatadas el viernes, hubo anteriores jovencitas que habrían padecido a manos del sospechoso. Desde la Justicia se manejaban con cautela, teniendo en cuenta que estarían frente a posibles menores que fueron víctimas de un grave delito como es el abuso sexual. Rescate en la noche Tal <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/222863/cautivas-en-un-sotano-tres-nenas-eran-sometidas-a-la-servidumbre-sex.html">como publicó PRIMERA EDICIÓN</a>, el pasado viernes a las 20.30, personal del Departamento Trata de Personas y Personas Desaparecidas dependiente de la Policía de Misiones, rescató a tres niñas, de entre 12 y 14 años, que en condiciones de cautiverio eran explotadas sexualmente y reducidas a paupérrimas condiciones de existencia. El propietario de la vivienda donde se realizó el procedimiento, de 56 años, fue arrestado y puesto a disposición del juez de Instrucción 6 de Posadas, Ricardo Walter Balor.Fue la derivación de una investigación que se inició en febrero pasado a partir de la desaparición de cuatro menores de edad. Ese mes, la madre de una de ellas se presentó en la Comisaría de la Mujer, en San Ignacio, y radicó la correspondiente denuncia. De acuerdo a datos oficiales, una de las niñas halladas en la casa del ahora detenido -ubicada en la calle Paraguay de San Ignacio- es hija de la mujer que dio inicio a la investigación. “El sótano del horror”Las chicas cautivas tenían que padecer las peores condiciones imaginadas. El sujeto las ocultaba y las encerraba en un sótano ubicado debajo de una cama de dos plazas, en una de las habitaciones de la vivienda. A veces en el cielorraso.Es que en esos sectores los pesquisas hallaron rastros, vestigios y hasta restos de comida consumida durante semanas, lo que hace tener una idea de las lamentables y paupérrimas condiciones de existencia en que permanecían cautivas las víctimas. En el lugar se secuestraron profilácticos, ocho celulares, prendas de vestir femeninas -algunas con manchas de sangre-, pendrive y la suma de 75 mil pesos en efectivo. Mientras se intenta determinar la procedencia de ese dinero, no se descarta que su origen sea de actividades ilícitas. Por estas horas era peritada la notebook incautada en la vivienda de la calle Paraguay. En los próximos días el detenido deberá ser trasladado ante el juez de la causa, donde puede declarar o abstenerse de hacerlo.El peor de los infiernosUno de los modus operandi de las organizaciones de trata de personas suele ser “rotar” sus víctimas, las cuales son comercializadas y trasladadas a otras zonas del país donde funcionan prostíbulos. En este caso los investigadores no descartan que pudo existir prostitución o corrupción de menores, más teniendo en cuenta las filmaciones que solicitó el juez de la causa, Ricardo Walter Balor. Como se publicó ayer, el citado magistrado le pidió a las autoridades del casino local la remisión de las imágenes de video que registran los movimientos en el exterior de la casa de juegos.Esto debido a que datos de Inteligencia policial establecieron que el acusado de corruptor, de 56 años, obligaba a las víctimas a pararse en inmediaciones del edificio para atraer la atención de algún aprovechador que las llevara a tener relaciones sexuales pagas.No se descarta que el sospechoso contaba con la colaboración de un cómplice.Por otra parte, se aguardan también los testimonios de las menores rescatadas el pasado viernes ante la Cámara Gesell (ante profesionales del Poder Judicial), ya que podrían aportar nuevas evidencias y datos en la causa. Se presume que dichas víctimas convivieron el peor de los infiernos a manos del sujeto detenido, en un sótano que mide 2,5 por 2 metros. Otra arista que no es menor serán las pistas que brindarán algunos testigos en la causa, como ser algunos docentes y vecinos de la zona donde está ubicada la vivienda allanada y donde fueron encontradas las menores, en condiciones infrahumanas, precisaron las fuentes del caso.
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