La infraestructura de la planta ya está construida en un 95% -solo falta terminar la instalación eléctrica- a partir de un proyecto de la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofe) y el trabajo conjunto de la Cooperativa Eléctrica de Huinca Renancó, los ingenieros del Grupo IFES (una empresa que se incubó en la Facultad de Agronomía de la UBA), técnicos del Inta (que asesoraron en la elección del híbrido y otras cuestiones agronómicas) y una inversión de 2,5 millones de dólares que aportó el Gobierno nacional, fundamental desde el Ministerio de Agroindustria.La idea tiene un alto impacto regional porque es una forma de convertir en energía renovable (biomasa) los residuos orgánicos que producen 7 localidades cercanas a Huinca Renancó en el Departamento General Roca, que llevan la basura a la planta de tratamiento de este pueblo del sur cordobés, el último antes de cruzar el límite provincial hacia La Pampa, en donde también hay comunas y municipios que se está intentando integrar a este proyecto (por ejemplo, Realicó).Desde el punto de vista de la sustentabilidad, se logran dos objetivos: se reutilizan los residuos orgánicos que se generan en estas localidades (los secos se reciclan) para producir bioenergía y el proceso, además, deja un subproducto, que es un fertilizante (en formato líquido y sólido) que los productores pueden utilizar en pasturas, verdeos y también en el sorgo de alto valor energético -es un híbrido forrajero azucarado- que luego se mezcla con la basura para hacer biogás.Una vez que la planta esté completamente operativa, el biodigestor va a aportar el biogás para producir 120 kw de electricidad por hora a partir del procesamiento de entre 6 y 7 toneladas de basura orgánica. Para mantener la producción todo el año también se necesita utilizar unas 200 hectáreas de sorgo.El proceso tiene varias etapas. Una vez que se separan los residuos orgánicos en la planta de clasificación, se ingresan a una serie de tolvas para terminar de sacar los restos de plástico y vidrio, entre otros elementos. Los residuos se trituran y se les inyecta agua.De esta etapa sale un “puré orgánico”, que en un tanque especial se mezcla con el sorgo “energético” y luego se lo lleva al biodigestor, el lugar en donde efectivamente se produce el biogás que utilizan dos generadores eléctricos, que juntos logran los 120 kw por hora. El proyecto es sumar un segundo biodigestor de mayor capacidad para llegar a los 1.300 kw para poder participar de las subastas de Cammesa.
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