Quienes saben maniobras básicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Este hecho queda claro cuando las estadísticas arrojan que en el país se registran aproximadamente 20 mil decesos por episodios cardiovasculares al año, lo cual habla de más de cincuenta muertes súbitas por día y, sin embargo, estudios dan cuenta de que la atención precoz e inmediata con maniobras básicas de RCP y acceso a la desfibrilación puede aumentar de dos a tres veces las posibilidades de sobrevivir. He aquí el valor de los cursos que brindó Sebastián Alonso, coordinador del Centro de Entrenamiento de la American Heart Association, a personal de empresas locales, en el salón auditórium de Osde.La idea de este encuentro fue “aportar herramientas y contenidos para que con dos o tres pasos simples se pueda asistir en una emergencia. Es por eso que nos orientamos al personal no médico”, destacó el coordinador y añadió que “ante una situación de emergencias lo primero a tener en cuenta es llamar a una ambulancia para alertar al personal sanitario y, después, hacer dos o tres pasos que marcan si hay que ayudar o no. Por eso trabajamos mucho sobre los mitos, una vez que se identifica si hay que hacer reanimación, sólo con las manos, haciendo compresiones en el pecho, el famoso masaje cardíaco, se puede realmente ayudar a alguien hasta que llega la ambulancia”.Primeros minutos, vitalesSegún destacó Alonso, “en la emergencia los primeros minutos son importantes y la idea es trabajar con personal no médico para que en el instante en que algo ocurre se pueda ayudar hasta la llegada del médico. Desde el segundo cero hasta que llega el profesional de la salud y nos dice ‘yo me hago cargo’”.El profesional recordó que “desde 2011 hasta la fecha tenemos más de 5 mil personas capacitadas en reanimación y hacemos hincapié en que si cada una por lo menos llegó a la casa y lo compartió con una más, ya estamos en más de 10 mil. En un lugar donde hay muy poca cultura de la emergencia es importante trabajar en esto, multiplicando”. De allí la necesidad de poner énfasis ya que “el personal no médico puede marcar la diferencia en lo que es la reanimación y la atención ante un evento de este tipo”.Para ilustrar los trascendental de estos conocimientos, Alonso detalló algunas anécdotas, como la oportunidad en que “en una de nuestras oficinas en Villa Urquiza, una promotora entró avisando que había un señor adulto tirado en la calle. Salieron dos compañeras, que no se dedican a la medicina, con el desfibrilador, hicieron la descarga y continuaron la reanimación hasta que llegó la ambulancia. Más tarde nos enteramos que el señor fue derivado al hospital que le correspondía por la complejidad que necesitaba. Lo importante es que la médica preguntó a nuestras compañeras si eran conscientes de lo que habían hecho, porque si en los primeros minutos esta persona no recibía la descarga del desfibrilador hubiera llegado muerta al hospital. En otra ocasión, “en un grupo de turistas españoles estaba un matrimonio mayor con su hija y su nieta. Se escucharon gritos y cuando se acerca uno de nuestros compañeros se encuentra con la mujer inconsciente. Activa el protocolo para el personal no médico que consiste en pedir una ambulancia, e inicia la reanimación. Lo fuerte de la situación es que la hija de la paciente era autista, entonces cuando comenzó a hacer las compresiones la nena se tiró encima y lo empezó a golpear, pese a esto continuó con las maniobras y a cantar ‘Stayin Alive’, de los Bee Gees, una canción que marca el ritmo de las compresiones del masaje cardíaco. Es muy conocida y en los momentos de nervios o ansiedad sirve para llevar el ritmo adecuado. Las compresiones sirven para mantener oxigenado el cuerpo hasta que llega el médico. En este caso, cuando arribó la ambulancia lograron que la persona reaccione y la nena abrazó a nuestro compañero porque entendió que había sido una ayuda. Nos enteramos de todo esto porque los españoles enviaron una carta agradeciendo a la organización”.LegislaciónEn noviembre de 2012 la Argentina sancionó la Ley 26.835, que tiende a la promoción y capacitación en las técnicas de reanimación cardiopulmonar básicas. Esto fue posible mediante la participación del Ministerio de Educación en coordinación con el Ministerio de Salud.El objetivo de la sanción de la nueva legislación fue claro: tomar conciencia sobre la relevancia social de difundir y aprender las técnicas de reanimación cardiopulmonar básicas con carácter voluntario, altruista, desinteresado y solidario. Esto permitiría prevenir el acontecimiento de muertes evitables en el ámbito extrahospitalario para estudiantes del nivel medio y del nivel superior.Según Alonso, a lo largo de este tiempo los cambios se están dando de a poco. “Lo que es cultura de la emergencia está empezando de a poquito pero, como comunicadores de esto, trabajamos en que lo importante es animarse. Son maniobras de primeros auxilios, no ejercicio de la medicina. No hay en ningún lugar del mundo la posibilidad de que alguien tenga una complicación a legal por esa ley”, finalizó.
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