La sala del Espacio Incaa abrió sus puertas a organizadores, participantes y público en general, que se acercó a disfrutar de las últimas proyecciones del gran encuentro y especialmente, cerca de las 20:00, del largometraje "El eslabón podrido", del director Javier Diment.El director del Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones, e impulsor del Oberá en Cortos, Axel Monsú, reconoció el trabajo y colaboración de todas las personas e instituciones que hicieron posible una nueva edición del espacio de cine regional que busca la integración entre los pueblos, la diversidad cultural y la inclusión. En este sentido realizó el importante anuncio de que se está trabajando en la posible creación de una Escuela de Cine Sordo que funcionaría en el Parque del Conocimiento de Posadas. “El proyecto es trabajar con personas sordas que quieran capacitarse en la producción audiovisual, formar sujetos audiovisuales integrales”, adelantó. Esta importante e innovadora iniciativa fue una propuesta de los organizadores del Festival de Cine Sordo de Argentina FICSor, y cuenta con el apoyo de la provincia y de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM).También tomaron la palabra los realizadores Luis “Lucho” Bernal y Fran Rebelatto, integrantes del Foro Entre Fronteras, colectivo que nuclea a cineastas y realizadores de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. Desde el Foro, reafirmaron el compromiso de trabajar por la defensa de la libertad, para el ejercicio de las culturas regionales, teniendo en cuenta los últimos acontecimientos políticos ocurridos en Brasil. Bajo esta misma consigna también subieron al escenario, los estudiantes de la agrupación Muro, de la Facultad de Humanidades de la UNaM y el docente Guilherme Castro, que dio un fuerte mensaje recordando el "golpe" institucional que sufrió Dilma Rouseff.Historias audiovisuales contadas por niños y vecinosLuego la noche dio paso al reconocimiento al trabajo de distintos talleres que se realizaron a lo largo de la semana, tras lo cual proyectaron las películas que resultaron de esos equipos.Uno de los reconocimientos fue al Cine Club para Niños, coordinado por Macarena Czerneski, y proyectaron la recreación que realizaron sobre de la legendaria película francesa "Viaje a la Luna", de Georges Méliès, de 1902. La segunda proyección correspondió a la Fundación Cine con Vecinos, que se realiza bajo la coordinación del Incaa. Se trabajó durante una jornada completa en el pueblo misionero Profundidad. De esta jornada de trabajo, que coincidió con el aniversario del lugar, surgió un documental que intenta hilvanar la historia del pueblo a partir de relatos y anécdotas que una de las vecinas más antiguas, recoge en su libreta de anotaciones. Es importante resaltar que ambas experiencias tienen como objetivo trabajar en talleres breves que permitan alfabetizar de manera sencilla en el lenguaje audiovisual, finalizando siempre con una producción realizada por los participantes.El tercer cortometraje proyectado fue “El mensaje final”, ganador del Certamen de Cine Joven. Sus realizadores fueron los alumnos de la Escuela de las Primaveras 940 de Colonia Paraíso, El Soberbio, quienes por ganar el certamen obtuvieron una cámara de filmar, y la clasificación directa al MóvilFest 2016 que se realizará en Posadas en el mes de octubre.La violencia emergenteEl broche de oro estuvo dado por la proyección de la impactante película de Javier Diment, "El eslabón podrido". La historia narra cómo en un pequeñísimo pueblo que mantiene un inestable equilibrio de violencias silenciosas, la decisión tomada por la prostituta Roberta desencadena un efecto dominó de venganza y furia.La actriz protagonista, Paula Brasca, estuvo en la presentación de la película en el Espacio Incaa del Cine Teatro Oberá, tras la proyección, compartió reflexiones con el público y debatió sobre la intención del film, y el uso de recursos "gore", estilo cinematográfico que trabaja con imágenes viscerales y violencia explícita, muchas veces en tono humorístico o grotesco. "Mi opinión es que el estilo ‘gore’ es una cuestión de gustos, y en esta historia está justificado, no creo que este fuera de lugar. Creo que es una catarsis de toda la tensión de la película", manifestó la actriz, que resaltó que el mensaje más importante del film, es "la convivencia permanente de las violencias calladas y aceptadas como lógicas en una sociedad", expresó.La joven también debatió junto al público sobre la gran impronta que deja el largometraje respecto de la violencia de género al tener una protagonista que es obligada a prostituirse por su propia madre que encarna Marilú Marini. “La película habla sobre el rol de la mujer, y su cosificación llevada hacia la gravísima problemática social de la trata de personas, y el abuso. Se puede ver cómo en ciertos lugares la prostitución está muy organizada, donde las autoridades cierran un bar, un local y al poco tiempo se vuelve a abrir sin ningún problema, y sobre cómo tanto en los pueblos como en grandes ciudades, la gente del lugar sabe, ve y calla”, sostuvo la joven.La película que se estrenó en el 2015, y también abrió el debate sobre otros tipos de violencias que vivimos y practicamos como sociedad. “Raulo (Luis Ziembrowski), el hermano de la protagonista que tiene capacidades mentales disminuidas. Es un personaje que nos muestra la estigmatización de todo un pueblo sobre su integrante más débil y el daño que le produce ese rol que le colocan del tonto o incapaz, y cómo esa lógica también es de cosificación de las personas. Creo que la película también aborda con mucho tacto cómo alejamos lo violento y tratamos de taparlo para no lidiar con ello, para no enfrentar sus causas", reflexionó la actriz junto a los espectadores.Finalizado el debate entre público y actriz, las actividades de cierre se trasladaron a la carpa de la plaza San Martín, donde se compartió un lunch bajo la música de Orillas del Nagual, Sampurete y la DJ Sistah Melu.Fotos: Prensa Oberá en Cortos
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