El mes pasado, sus papás, Javier y Miriam, ambos oficiales de la Policía provincial, contaron a PRIMERA EDICIÓN que esperaban angustiados que el Hospital Gutiérrez o el Garrahan hagan un lugar para recibir a su pequeño hijo que requiere con urgencia una atención de mayor complejidad. No obstante, según contó días atrás Javier a este Diario, a través de una teleconferencia los médicos especialistas del Garrahan les desaconsejaron el traslado a Buenos Aires por su estado delicado”.Ramiro era el tercer hijo del matrimonio. Murió sin tener un diagnóstico definitivo, tenía graves problemas cardiopulmonares por lo que la médica que lo trataba, la neonatóloga Adriana Di Tullio del Sanatorio Boratti, había indicado la concreción de un cateterismo cardíaco para poder diagnosticar hipertensión pulmonar secundaria a displasia broncopulmonar severa.
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