Conocer lugares muy distintos a la selva misionera, disfrutar paisajes hermosos y despuntar el hobby de andar en motocicleta. Así fue el combo que lograron concretar Gabriel López y su amigo Sandro cuando emprendieron el desafío de recorrer la Ruta 40 desde la Quiaca en el norte de Jujuy, hasta Santa Cruz. Sobre dos ruedas recorrieron los más de cinco mil kilómetros que separan estos puntos de la Argentina, recorriendo lagunas, parques nacionales, reservas de once provincias durante veinte días.“Nuestro propósito era, más que nada transitar por la (ruta) 40. Nos faltó tiempo, porque es hermoso el pasaje, es muy cambiante, los colores de la tierra, los paisajes”, señaló Gabriel en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.“El año pasado en febrero había viajado a Ushuaia donde vive un amigo, y escuché hablar de ‘la 40’ en el ambiente de los motociclistas. Y me dijeron que si no manejábamos por la 40, no conocíamos Argentina. Y fue así que nos decidimos a hacer la travesía”, agregó. Una vez que delinearon la propuesta, ya desde mediados del año pasado comenzaron los preparativos y partieron en febrero.“La particularidad de la ruta 40 es que pasás por una gran cantidad de las provincias de la Argentina, pasamos por Salta, Jujuy, Tucumán, La Rioja, Mendoza, San Juan, Catamarca, Chubut, Neuquén, Río Negro y Santa Cruz, porque la ruta termina antes de pasar el estrecho de Magallanes”, explicó Gabriel. Agua y combustibleFanáticos de la motos, los amigos decidieron realizar esta travesía con sus fieles compañeras. La Honda Falcon 400 de Gabriel y la Tornado 250 de Sandro. “Es un terreno muy inhóspito, hay un sector desde La Quiaca hasta San Carlos, Salta, unos 300 kilómetros que no hay asfalto, sólo ripio. Pero además las poblaciones están distanciadas, tenés unos 150 a 180 kilómetros entre cada una, en medio hay comunidades, unas diez casas cada tanto, pero nada más. Por eso lo primordial es llevar combustible y agua, porque en estos sectores no hay agua potable”, detalló Germán.Y señaló que “así como el paisaje es diverso, también la población, que en algunas zonas apenas nos respondían cuando consultábamos algo”.Asimismo destacó que en largos kilómetros era la ruta y dos motos. Nada más a simple vista. “Fue una experiencia extraordinaria porque por cientos de kilómetros no tenés estaciones de servicios, hoteles, WiFi, ni siquiera señal para los teléfonos”, explicó. La ruta más alta de AméricaUn recuerdo inolvidable para este dúo de motoqueros es el Abra del Acay (NdR. Significa “nido del viento blanco”, se encuentra ubicado en el Departamento La Poma, en la provincia de Salta) a 4.890 metros de altura sobre el nivel del mar. La vista es impresionante. Cuando llegás a la cúspide, los cuatro puntos cardinales tienen terrenos diferentes y colores distintos, una belleza”. Preparativos“Hay que prepararse, llevar pocas cosas, sólo lo necesario. Agua y combustible son indispensables para poder llegar de un pueblo a otro, porque a veces también te encontrás con que llegás a una estación de servicios y no tiene combustible y tenés que recorrer más de 100 kilómetros para llegar al próximo pueblo”, dijo. En un principio tenían la intención de dormir en carpas en algunos sectores pero el viento no les permitió hacerlo. “Llevamos todo, pero nuestro equipo no estaba preparado para el clima de la zona. El viento es terrible, además de día hace calor y de noche mucho frío y si las carpas no son las adecuadas las pasás mal”, indicó.Cuando los recuerdos del viaje los llenan de orgullo, afirman que volverían a realizar el itinerario pero “con más tiempo, para poder quedarnos más días, porque son increíbles”. Gabriel recalcó tres claves para emprender esta travesía, “preparase bien, informarse y obviamente, disfrutar”. Circuito motoqueroLa Ruta Nacional 40 se extiende desde el Cabo Vírgenes, Santa Cruz, hasta el límite con Bolivia en la ciudad de La Quiaca, en Jujuy.En el ambiente motoquero la consideran un recorrido que no se debe dejar de hacer. Esta ruta turística corre paralela a la Cordillera de los Andes, incluyendo tramos cercanos o a través de varios parques nacionales. Es la más larga del país, atravesándolo de sur a norte, y recorre varias de las regiones turísticas y los atractivos más importantes de su territorio. En toda su extensión, la ruta recorre 5.194 kilómetros, atraviesa 21 parques nacionales, 18 importantes ríos, conecta 27 pasos cordilleranos y trepa (en el km 4.601) a casi 5.000 metros sobre el nivel del mar en el Abra del Acay (Salta), convirtiéndola en la ruta más alta de América, y también la más alta del mundo fuera de los Himalayas”.
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