(Nota publicada el 6 de septiembre de 2011)Los principales espacios del patrimonio arquitectónico e histórico de esta ciudad se encuentran en un desamparo absoluto ante el paso del tiempo, lo que pone en riesgo su supervivencia, como ya se puede ver en varios de esos edificios.La mayoría de los emblemas edilicios de Puerto Iguazú tienen como punto de partida la creatividad del arquitecto Alejandro Bustillo, quien -impulsado por el gobernador CarlosAcuña (1930-1935)- tuvo a su cargo el proyecto de varios edificios públicos que hoy son patrimonio histórico de la Capital del Turismo misionero.Es el caso del que ocupa la Policía provincial en la avenida San Martín y Victoria Aguirre, la sede de la Intendencia del Parque Nacional Iguazú (sobre la avenida Victoria Aguirre), el antiguo hotel Cataratas (emplazado dentro del Parque), el mirador situado en el mismo enclave turístico, la antigua aduana nacional -ubicada en la avenida Victoria Aguirre-, la Escuela de Frontera 615 “Mariano Moreno” (sobre la avenida San Martín), el hospital Marta Schwarz y la planta potabilizadora de agua, ambos también sobre Victoria Aguirre.En la ordenanza 21, de 2009, el Concejo Deliberante local establece que “nuestra región es importante por sus bellezas naturales, pero también en mayor escala por su muy rico e importante protagonismo histórico, que se remonta a épocas anteriores a la conquista y su devenir continúa con América toda. Y resulta tan o más importante que lo histórico en sí transformar estos lugares en identidad del propio habitante de nuestra región en una forma de materializar y dar contenido de pertenencia a su terruño y así evitar los graves problemas que generan el desarraigo del ser humano”.Sin embargo, la conservación de los edificios públicos de Iguazú es más fortuita que planificada: la Comuna no destina fondos para el mantenimiento de los monumentos arquitectónicos de la ciudad, pero éstos corren la suerte de que, en su mayoría, siguen en uso hasta la fecha y el mantenimiento se hace cotidianamente en el marco de su propio funcionamiento.En pedazos, pero recuperableCaso opuesto es el del viejo hotel Cataratas, que tras quedar fuera de servicio fue ganado por el abandono y hoy presenta un aspecto deplorable, al borde del derrumbe. Si bien este establecimiento y la torre del mirador están ubicados dentro del Parque Nacional y el Municipio no tiene injerencia sobre ellos, ambas construcciones están incluidas por la ordenanza 21 en el patrimonio arquitectónico de la ciudad.Ahora, la Intendencia del Parque anunció recientemente que se destinarán fondos internacionales para recuperar el edificio, donde se instalarían oficinas de atención al público y un centro de información para el visitante. El inicio de esas obras está previsto para fines de este año.En el caso de la sede de la Unidad Regional V de Policía, que sufrió el desplome del techo de una de sus alas, sigue siendo de utilidad para la fuerza y allí atienden al público.Aquel incidente fue solucionado con una reconstrucción que respetó la fachada original, según exige la ordenanza. En alguna oportunidad se habló de una recuperación total del antiguo edificio, “pero hasta el momento no hubo anuncios en ese sentido”, dijeron desde la misma dependencia.La antigua torre de agua, la primera que se elevó para enviar agua a la incipiente Iguazú, se encuentra hoy dentro del predio de la planta a cargo de Imas y goza de buena salud, a pesar de que “no está en uso, sólo se mantiene por ser un monumento que habla de la historia de la ciudad”, informaron.Menos suerte corrió una de las casas que se encuentra frente al hospital local. En una de esas construcciones funciona el museo Marta Teodora Schwarz, quien habitó esa casa hasta su fallecimiento en marzo de 2005, pero muy próxima a ella hay otra -perteneciente a la Escuela 462- en estado de abandono y que fue presa de vandalismo en los últimos tiempos.
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