Rogelio Cantero, Carlos Wolheim y Juan Antonio Galuppo, galenos integrantes del Cuerpo Médico Forense de la Justicia provincial, describieron su labor tanto en el análisis de la historia clínica como de las imágenes tomadas durante la autopsia al cuerpo del adolescente de 17 años, que falleciera en el hospital Ramón Madariaga durante la madrugada del 22 de febrero de 2011 tras un ataque con arma de fuego en un intento de robo en una parada de colectivos de Lavalle y Chacabuco.Carlos Wolheim, destacó del relato de su labor, que resultaba clave para salvar la vida de Kachuk un diagnóstico rápido y que allí se detectaron los posibles errores del médico de Emergencias, Manuel Ibarra acusado de “homicidio culposo”: “A lo sumo en veinte minutos o media hora se debía terminar la evaluación” pero, “desde el ingreso al hospital hasta el quirófano hubo lentitud para el ritmo de descomposición que presentaba Guido”.Vale recordar que el menor sufrió un disparo calibre 22 que le ingresó por la región lumbar izquierda del cuerpo y dañó la arteria ilíaca. “El examen de ingreso debe ser rápido, el médico debe recabar información de donde sea”, remarcó Wolheim. “El abdomen tenso no se corresponde con una intoxicación con alcohol, un médico sabe lo que es un abdomen tenso de uno contracturado”.
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