“Aunque estas acciones no resulten como queremos y el muro se termine de todas formas, no es motivo para no firmar, porque es una forma de manifestarnos y a futuro tendrá consecuencias políticas”. Fue la opinión de Patricia Ferreyra, residente en la avenida Mitre, cuya área comercial fue terriblemente vapuleada por las obras. “Estamos terriblemente mal y olvidados. Yo soy propietaria, pero al lado mio un comerciante que posee una pollería está realmente muy mal. Si sigue así, a fin de mes se va a tener que ir del local porque no puede cubrir ni sus gastos, paga a un empleado para la atención al publico más el alquiler, con las ventas por el suelo no llega a cubrir. Un comercio similar sobre Mitre tuvo que cerrar porque no vendían más. Se murió la Mitre”, sostuvo la mujer.El repudio contra las obras responde a distintas cuestiones, pero se centra en tres lineas generales: “Hiere el comercio fronterizo, afea el entorno y la relación con el río y quita valor inmobiliario a las propiedades en los alrededores”. Daniel Prino el impulsor de la idea motorizada en Change.org todavía no sale de la indignación: “Un ejemplo que hubiera sido bueno imitar es el que realizaron los brasileños en la frontera con Puerto Iguazú (Argentina), que instaló el control de Aduana a 50 kilómetros de la frontera y el resto de la localidad de Foz de Iguazú es prácticamente de libre comercio. Soy un convencido de que es lo que tenemos que imitar en ese sentido, seguir con el muro es insistir en seguir levantando barreras entre nosotros”, añadió. Otro de los grandes motivos por los cuales se resiste la obra es la “falta de información oficial”, en especial a la ciudadanía, que hubo al respecto. Consultado en calidad de especialista en temas de frontera, el antropólogo Carlos Abinzano analizó: “Acá hay en todo caso hay una falla en la comunicación de parte del Gobierno, que tendría que explicar bien de qué se trata, entusiasmar a la población con algo que sea interesante, porque hasta ahora lo único que han conseguido son quejas. En cualquier caso, yo no lo leería como un muro que cambia algo, porque las relaciones de frontera son mucho más complejas”, analizó el investigador.LEA EL INFORME COMPLETO EN LA EDICIÓN IMPRESA DEL JUEVES 20 DE AGOSTO
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