Esa accidentada noche en el estadio Mundialista marplatense culminó con serios incidentes en los que la hinchada de River invadió el sector de plateas y arrojó todo tipo de elementos contundentes al campo de juego, para luego enfrentarse con la hinchada xeneize y con la policía.El cuarto gol de Boca, marcado por el delantero Ariel Carreño a los 15 del segundo tiempo, enardeció a Los Borrachos del Tablón, que furiosos avanzaron sobre la platea arrasando con todo lo que encontraron a su paso.Hasta ese momento, una alineación mayoritariamente integrada por juveniles de Boca había sorprendido por su buen juego y contundencia, y a los 4 minutos ya estaba en ventaja también con gol de Carreño.A los 12 minutos, Omar Pérez puso el 2 a 0, y a las 19, el Chelo Delgado fusiló a Angel Comizzo para poner el 3 a 0 parcial con que terminó el primer tiempo.Para colmo de males "millonarios", el arquero Willy Caballero (el mismo que hoy suena como posibilidad para volver al arco de Boca procedente del Manchester City) le contuvo en esa etapa un penal al uruguayo Fonseca.Discusiones a la vista de todos entre Comizzo y Matías Lequi o entre el Chacho Coudet y Pereyra mostraban que el equipo de la banda roja no estaba en una de sus mejores noches. Los dirigidos por el maestro Oscar Tabárez salieron a jugar el segundo tiempo con el mismo ímpetu del primero, dispuestos a aprovechar los nervios de su rival y los claros que dejaba en el fondo en busca de acortar diferencias.A los 15 minutos, Carreño marcó el cuarto gol de Boca y en su alocado festejo se quitó la camiseta y abrazó al sorprendido juez de línea Ernesto Taibi. El gol terminó con la paciencia de la barra brava de River, que generó serios incidentes al invadir la platea y avanzar sobre la gente de Boca, con el objetivo de interrumpir el partido mientras volaban objetos contundentes hacia el campo de juego.Ni bien el árbitro Héctor Baldassi decidió la suspensión del encuentro, la hinchada de Boca reaccionó e invadió también la platea desde su lado para trenzarse con la de River, por lo que la policía recurrió a los gases lacrimógenos para dispersar a los hinchas.El caos se generalizó rápidamente inclusive dentro del campo de juego, donde abundaron los cruces entre jugadores, en especial de Coudet y Andrés D’Alessandro con el goleador Carreño, a quien le recriminaban un exceso de euforia en el festejo del cuarto gol como detonante de los disturbios.Ramón Díaz se llevó con celeridad a sus jugadores del campo de juego, mientras los futbolistas de Boca dudaban entre ponerse a resguardo o continuar reclamando al árbitro por la continuidad del encuentro. Un año antes, el 21 de enero del 2001, otro superclásico de verano había sido suspendido a los 34 minutos del segundo tiempo cuando Boca ganaba 1 a 0, también por incidentes protagonizados por los hinchas de River que derivaron en una dura represión, con gases lacrimógenos y balas de goma.Ambos encuentros son recordados por los hinchas de Boca como antecedente cada vez que se les menciona el partido inconcluso por el "gas pimienta" que les costó ser sancionados por la Conmebol con la exclusión del equipo en la Copa Libertadores 2015.La noche de la que mañana se cumplirán 15 años, el Boca de Tabárez formó con Wilfredo Caballero; José Calvo, César González, Diego Crosa, Clemente Rodríguez; Sebastián Battaglia, Gustavo Pinto, Omar Pérez; Walter Gaitán; Ariel Carreño y Marcelo Delgado. El River de Ramón Díaz alistó a Ángel Comizzo; Pedro Sarabia, Celso Ayala, Matías Lequi, Ricardo Rojas; Eduardo Coudet, Guillermo Pereyra, Esteban Cambiasso; Ariel Ortega; Juan Esnaider y Daniel Fonseca.Fuente: Agencia de Noticias NA
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