El santuario hecho por los vecinos es blanco permanente de ataques de vándalos que lo destruyen y dos veces tuvieron que reponer la imagen. Está al costado de la ruta nacional 14 y los días 19 de cada mes recibe la visita de cientos de personas que se acercan a agradecer y a pedir favores.La imagen del Santo está allí desde hace unos seis años y en ese tiempo tuvieron que reponerla en tres ocasiones. Por las noches los vándalos aprovechan la oscuridad para romper los vidrios, focos y hasta robar la imagen que custodia la ruta, sin tener en cuenta que detrás de ella está eternizada más de una promesa o agradecimiento de los fieles que se acercan a venerarlo.Los vecinos y fieles, que cuidan y mantienen la ermita, no entienden la mala actitud de los desconocidos que por tercera vez realizaron destrozos en el santuario.
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