Para el pequeño Fabricio no caben dudas de que el 20 de mayo será como un “nuevo cumpleaños”. Es que ese día estuvo a punto de perder la vida tras atragantarse con alimentos, sin embargo, la oportuna intervención de un cabo primero de la Policía le salvó la vida. El dramático episodio se registró el pasado sábado a las 22:15, cuando una joven de 27 años solicitó ayuda en su domicilio de la calle Japón de Oberá, en virtud de que su hijo de dos años se había atragantado con alimentos. De inmediato acudió el citado efectivo, Mario Schweig, quien presta servicios en la comisaría Primera y estaba de franco. El uniformado le practicó RCP a la víctima, tras lo cual lo trasladó en un vehículo particular al Samic local para la atención médica correspondiente.
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