El 7 de julio próximo, día de San Fermín, se espera vivir una jornada única en el marco de una fiesta única de Argentina. El campo que lleva el mismo nombre del Santo, en la localidad de Profundidad, se festejarán las bodas de plata de la festividad en honor a San Fermín de Amiens, el obispo católico conocido como protector de las festividades populares, porque concurría a ellas para pregonar el evangelio de Jesús. Si bien, se espera que el buen tiempo acompañe, la festividad -con almuerzo gratuito y finalidad solidaria- no se suspende por lluvia.Su principal organizador, don Fermín Pérez, propietario de la estancia anticipó sus expectativas sobre la fiesta y confió su felicidad por la permanencia de la fiesta, la cual comenzó como algo chiquito.“Eramos unas pocas personas, quizá no más de 20, que nos juntamos el día de San Fermín para agradecer y compartir la bendición de Dios, recibida durante el año. No puedo creer que la hemos realizado por 25 años seguidos, y menos el crecimiento que tuvo”, explicó satisfecho. El año pasado, unas cinco mil personas se acercaron al campo y quizás ahora, en ocasión de las bodas de plata, el número se redoble.Como siempre, habrá yerra (la marca del ganado joven), asado, cantina y una nueva edición del Festival Nacional e Internacional del Guiso de Campo, con subsede de la fiesta de San Fermín, pero la central está en la ciudad correntina de Paso de los Libres. En realidad, se trata de un concurso simbólico porque ninguno de los participantes espera ganar realmente, solo se quiere compartir, quizás la receta familiar y lucirse ante sus pares con la comida que saben preparar.Las ganancias que se obtengan en la cantina se destinarán a total beneficio de la Escuela 10 de Tacuaruzú, una de las instituciones educativas más antiguas de la provincia.Un día de diversión“Las expectativas son grandes porque gracias a Dios llegamos a cumplir 25 años de una fiesta que nació sin otra pretensión que agradecer y pasar un día de diversión con la gente de campo, que todo el año se sacrifica mucho”, dijo el productor.Las actividades comienzan a la madrugada con la tradicional marca al ganado del campo, se comparten unas riquísimas tortas fritas, se sigue con el concurso de guiso y de paso se termina de preparar el almuerzo (locro y asado con cuero) para compartir con la gente. “Yo no creía que la fiesta iba a llegar a convertirse en lo que es. Empezó con un grupito de gente que nos juntamos para divertirnos”, insistió.La fiesta en sí, también sirve para evocar la tradición de otras épocas que se fueron perdiendo.Enfatizó don Fermín Pérez: “Una vez al año tenemos que parar para repartir lo que Dios te da, ahí me enfoco. Pasar un día con buenos momentos y alegría, si a decir verdad no nos vamos a llevar nada a la otra vida”.En el transcurso del día también habrá espectáculos musicales, en una suerte de escenario que se monta en el lugar, donde los invitados que también tienen dotes artísticas y musicales, hacen su aporte para amenizar la jornada. No se paga entrada ni estacionamiento, la comida es gratis y solo se pide llevar lo que la familia va a usar para comer y estar cómodos.
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