Con tan solo 24 años, el eldoradense Fabricio Pedrozo ya acumula una importante trayectoria dentro del fútbol nacional e internacional y esta semana acaba de firmar su contrato con un nuevo club. Esta vez se trata de Atlanta de Buenos Aires, que milita en la Primera B Metropolitana.El misionero, que empezó su carrera futbolística en el Club Unión de Puerto Iguazú y en la escuela de fútbol Don Bosco, dio un importante salto en su vida deportiva al recalar en San Lorenzo de Almagro, donde tras jugar en las inferiores fue promovido a Primera por el entrenador Ramón Díaz en 2011 (su debut fue ante Tigre en el torneo Clausura de ese año).Luego de un par de partidos en el “Cuervo”, fue cedido a préstamo a Almagro hasta 2013 (donde hizo 7 goles), después recaló en Aldosivi hasta 2014 (marcó 2 tantos), de 2014 a 2015 pasó a Atlanta, donde estuvo muy cerca del ascenso a la B Nacional y concretó su mayor cuota anual goleadora con 10 anotaciones.Luego recalaría en Crucero del Norte, donde también tuvo una destacada performance al marcar 8 goles a lo largo de una temporada.El año pasado tuvo su debut internacional en The Strongest de Bolivia, donde se coronó campeón del torneo Apertura 2016 de ese país, marcando uno de los goles de la final inclusive.Pero por cuestiones familiares, esta temporada decidió volver a la Argentina y firmó su contrato con el “Bohemio” hasta junio de 2018.Tras dicha rúbrica, Fabricio dialogó con DE PRIMERA y relató detalles de su nuevo desembarco en Buenos Aires, su paso por Bolivia, Crucero y mucho más… Regresaste al país y firmaste con Atlanta. ¿Por cuánto tiempo es este nuevo vínculo contractual?Sí, regrese al país, tras mi paso por Bolivia y la oferta de Atlanta me sedujo y decidí firmar con el “Bohemio” hasta junio de 2018.¿Qué te atrajo para recalar en el “Bohemio”?Principalmente elegí Atlanta por dos cosas. La primera de ellas era que quería volver al país por un tema familiar. Hace cuatro meses murió mi suegro y la mamá de mi señora Nancy se quedó muy sola en Buenos Aires y queríamos volver para hacerle compañía junto a mi señora y mi hijo Lucas, de dos años y medio. Segundo, yo ya jugué en Atlanta y tenía ganas de volver y ascender con el club. Es una entidad que conozco y además conozco la categoría. Me llamaron los dirigentes y el técnico para volver, así que no dudé, firmé y estoy muy contento por este regreso. ¿Qué te dejó tu paso por Crucero? ¿Y cómo recibiste la noticia de su descenso al Federal A?Fue algo muy lindo jugar en Crucero del Norte, en Misiones, en mi provincia. Espero algún día volver. Me llamaron ahora y se lo agradezco, pero como conté, por un tema familiar nos quedamos en Buenos Aires. Lo del descenso fue una lástima porque seguí toda la campaña. Para mí es muy triste lo que pasó porque tengo muchos amigos allí. Ahora habrá que empezar de nuevo y volver a poner a Crucero en lo más alto, donde ya supo estar. ¿Cuál es tu objetivo o anhelo en Atlanta para esta temporada?El objetivo para toda la gente y los jugadores de Atlanta es el ascenso a la B Nacional, que no se viene dando a pesar que siempre pelea el torneo. Cada uno de nosotros tenemos que pensar todos los días en lograrlo. Se está armando un lindo grupo y eso es importante. Vine a Atlanta para ascender. ¿Como misionero, volverías a jugar en la tierra colorada? Sí, la verdad es que me gustaría volver a jugar en Misiones y en Crucero en algún momento, uno en su tierra se siente más que bien. Me imagino a tu gente feliz por este nuevo paso ¿no? La familia y los amigos siempre me siguen y están pendientes de todo. Les mando un saludo grande a los que andan por Puerto Iguazú, Eldorado y Posadas, siempre haciendo el aguante donde juegue.El momento soñado en BoliviaEn la entrevista no se nos podía escapar la pregunta: ¿cómo fue tu experiencia en el futbol de Bolivia? A lo que el misionero contestó: “La verdad que fue un año maravilloso en The Strongest, donde salimos campeones en el Apertura y después segundos en el Clausura. Hice gol hasta en la final, fue algo espectacular y jugué mi primera Copa Libertadores, así que fue un año muy bueno para mí. Un año realmente soñado”.Vale recordar que, tras su paso por Crucero del Norte, en 2016 Fabricio regresó a San Lorenzo tras vencer su préstamo. Habló con el entrenador Aguirre, quien le prometió una oportunidad, pero en esa misma semana llegó la tentadora oferta del The Strongest y el misionero armó las valijas rumbo a Bolivia.No se equivocó: le fue muy bien, logró continuidad y sumó el primer título en su carrera deportiva, además de jugar el mayor torneo a nivel continental. Nada mal, ¿no?
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