Las imágenes del video comenzaron a circular en las redes sociales en las últimas horas y no tardaron en viralizarse. Cuesta creer lo que se observa y es debido a que existen pocos antecedentes de algún procedimiento similar a cargo de una fuerza de seguridad. La filmación fue registrada por un circunstancial testigo con su teléfono celular, en plena vía pública de la capital provincial. Allí se puede ver claramente cuando un grupo de policías coloca -contra su voluntad- en el baúl de un patrullero a un hombre de mediana edad, al cual luego lo encierran para llevárselo con destino desconocido. Por los indicios que se pueden obtener del video se puede deducir que el inusual “operativo” se concretó en horario nocturno y que además, intervinieron al menos cinco uniformados. Todo ante la asombrada mirada de numerosos testigos que se hallaban en la escena. Con respecto a qué pudo haber sucedido momentos antes de que los efectivos encierren al civil dentro del rodado, aún no existe información alguna. Tampoco se sabe si hubo sanciones a los policías involucrados, si es que el video en algún momento llegó a manos de algún superior o a través de los numerosos grupos de Whatsapp integrados por uniformados. El Ministerio de Gobierno no tenía hasta ayer actuaciones al respecto. Una vez que las mismas se concreten, serán materia de análisis respecto a las medidas disciplinarias que se puedan adoptar. Cabe consignar que al respecto tampoco hubo datos oficiales desde la Jefatura.Al observar el video se pueden escuchar gritos que parecen provenir del civil que luego termina encerrado en el baúl. El hombre, que se desconoce si estaba herido, se hallaba tirado sobre la banquina y aparentemente con el torso desnudo. La decisión al parecer, de colocar dentro del cubículo al individuo es tomada rápidamente por los efectivos. Mientras uno de ellos saca unos conos de seguridad para “hacer lugar”, entre tres o cuatro colocan adentro del baúl al hombre aparentemente esposado. Tras caer pesadamente en dicho lugar lo encierran, con el peligro evidente de que el hombre quede sin oxígeno.Luego, y en forma intimidante uno de los policías extrae su arma reglamentaria, al parecer una pistola 9 milímetros, y ante la mirada de los curiosos y testigos la recarga. Otro potencial peligro en plena vía pública. Se sabe que dicho procedimiento no tiene justificativo alguno. Puede tratarse de un detenido, un testigo e incluso de un herido y bajo ningún punto de vista se lo puede encerrar dentro de un baúl.
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